Santiago Caputo hizo echar a Mario Russo luego de que LPO revelara que el ministro de Salud había amputado el margen de acción a todos funcionarios que el asesor de Milei y los Lugones le metieron en el ministerio.
La fulminante decisión de echarlo se produjo apenas horas después que Russo intentara marcarle un límite a Mario Lugones -verdadero hombre fuerte del sector Salud- y le quitara funciones a Cecilia Loccisano, la ex mujer de Jorge Triaca que le habían impuesto como interventora.
El socio de Caputo, Rodrigo Lugones, tenía intervenido el ministerio en tándem con su padre, Mario Lugones, dueño del Sanatorio Güemes.
De hecho, Mario Lugones es uno de los nombres que circula como reemplazante de Russo. “Sería bastante sano que empiece a coincidir el poder real con la firma, para que quienes impulsan las decisiones se hagan cargo de sus consecuencias”, afirmó a LPO un funcionario de Salud. La frase se podría aplicar también a Santiago Caputo.
Los Lugones habían metido a Loccisano como secretaria de gestión administrativa de Salud para tener el control del ministerio. A Russo lo tenían rodeado además con el manejo de la Superintendencia de Servicios de Salud, que imponía sus decisiones al Ministerio.
La crisis estalló cuando este jueves Russo firmó cinco decretos inéditos de apenas una línea en los que anunciaba que se “limitaban” las funciones de Loccisano: el secretario de Acceso a la Salud, Pablo Bertoldi; el coordinador de logística de la secretaría de Bertoldi, Juan Pablo Saulle; la directora de Programación y Control,Andrea Morales y la directora General de Administración, Sabrina Fittipaldi.
Pero como ocurrió con el despido de Pablo de la Torre en Desarrollo Social, ahora Caputo y los Lugones analizan denunciar penalmente por lavado a la mano derecha de Russo.
Se trata de Hugo Schwab, sindicado como “cajero” del ministro y vínculo de Russo con los intendentes del Conurbano, circuito de origen del ahora ex ministro. Santiago Caputo le acercó a Milei un informe con el supuesto manejo de cajas entre Schwab y los intendentes y ahora en la Casa Rosada evalúan denunciar por lavado.
En el entorno de Russo acusan a la gente de Loccisano de concentrarse en habilitar clínicas privadas -como una del Dr. Cormillot- y descuidar la gestión. Además de someterse a las instrucciones de la Superintendencia de Salud, en el multimillonario negocio de las obras sociales. “Loccisano cada vez que quería imponer alguna decisión decía que se lo había ordenado Mario Lugones”, comentó la fuente consultada.
La jugada de Caputo de hecho también tiene un filo que apunta contra Karina Milei, que habilitó a Lule Menem a correr a Lugones del manejo de la obra social de Uatre, como anticipó LPO en exclusiva.