Un operativo comando atacó a tiros la camioneta en la que viajaba el ex presidente de Bolivia, Evo Morales, que salió ileso de milagros y solo fue herido su chofer que puso seguir manejando.
Según fuentes cercanas al ex mandatario, los atacantes huyeron de la escena en helicóptero que despegó desde el aeropuerto de Chimoré y se trataría de seis hombres con armas largas de grueso calibre, encapuchados que vestían de negro.
Como contó el mismo Evo Morales en una radio local, cuatro de los seis individuos salieron de los dos vehículos que los emboscaron y rociaron la camioneta a tiros. La pericia con la que actuaron los atacantes les dio indicios a Morales que se trataban de profesionales, a pesar de no haber acertado con el magnicidio.
Ahora, el ex presidente acusó a Luis Arce del ataque en otra escalada de la interna que cada vez se pone más brava. Esta semana, el mandatario cambió por segunda vez en cuatro meses a las autoridades del Alto Mando Militar en medio de bloqueos de rutas que llevan adelante los sectores más radicalizados del MAS que responden a Evo.
Arce les pidió a las nuevas autoridades militares mayor rigor en la liberación de caminos y acusó a los piqueteros de amenazar la democracia. Se trata de un grado más en la interna del Movimiento Al Socialismo que fundó Morales y que lo tiene enfrentado a Arce, un vínculo que se torna cada vez más violento.