Los trabajadores de ATE ingresaron este miércoles a los ministerios y le ganaron la primera pulseada al gobierno, que desplegó policías y prefectos en todas las dependencias donde se notificaron cerca de 15 mil despidos durante el fin de semana pasado. Como anticipó LPO, la conducción del sindicato garantizó que los despedidos accedieran a sus puestos de trabajo, acompañados por sus cuerpos de delegados, y se organizaron asambleas para discutir los pasos a seguir.
Fuentes gremiales explicaron a este medio que la intención de los estatales no era “tomar u ocupar” los ministerios, sino permitir que los despedidos ingresaran a sus puestos y recogieran sus pertenencias. Entre los testimonios recogidos para esta nota, se contaba el caso de un muchacho neurodivergente que había dejado en su escritorio de la cartera laboral una botella de plástico y una de sus principales preocupaciones cuando lo notificaron del despido era que ya no tenía ese objeto.
Su historia constituye, además, la confirmación de que las autoridades echaron a personas discapacitadas. “Es una barbaridad y es transversal: echaron hasta delegados de ATE y UPCN”, comentó un dirigente de la CTA.
En cada edificio público donde pudieron, los referentes sindicales se encargaron de presentarles a los vigilantes del sector, personal de seguridad al que conocen y con quien mantienen trato coridiano, la lista con los nombres de los empleados. Así, evitaron escenas de refriegas y empujones como las que se vieron por TV en lugares como el INADI, donde de todas formas los trabajadores pudieron ingresar a pesar de la amenazante presencia de los uniformados.
Uno de los legisladores presentes en la asamblea que se realizó en el Ministerio de Trabajo le dijo a este portal que, llegado el momento, el líder de la comisión interna ordenó a sus compañeros y logró que se accediera al hall sin sobresaltos. Hasta esa dependencia, habían llegado los diputados Hugo Yasky y Sergio Palazzo por Unión por la Patria (UP) y Nicolás Del Caño y Myriam Bregman por el FIT.
“Hay lugares donde se está peleando por la reincorporación de los compañeros y otros donde ni siquiera hay funcionarios designados con los cuales discutir”, contaron cerca del secretario general de ATE-Capital, Daniel “Tano” Catalano.
Un plenario general de delegados nacionales de
ATE determinó este miércoles un paro y movilización para el viernes, aun cuando la discusión por recuperar los puestos de trabajo siga en curso.
Las situaciones de los despedidos combinaron incertidumbre y desconcierto, según la repartición donde se desempeñaran. En la Secretaría de Derechos Humanos, los trabajadores estaban “logueados” este miércoles y desarrollando sus tareas habituales cuando se produjo “un apagón”. “Alguien bajó todos los usuarios juntos, de golpe, sin avisos ni interrupciones del servicio eléctrico, con el único objetivo de no dejarlos trabajar”, explicó una activista al tanto de los hechos.
Con una perspectiva similar, una trabajadora del ENACOM refería que puso su huella digital y no fue rechazada pero el molinete se trababa a su paso. “La idea es volvernos locos”, graficaba uno de sus compañeros durante una pausa en la discusión con sus propios jefes en un ministerio, y precisó: “la responsable de los despidos nos dijo que, pase lo que pase ahora, en tres meses vuelven a la carga con 15 mil despidos más”.
El gremio UPCN, a través de su Secretario General, Andrés Rodríguez, se presentará este jueves ante el Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo N° 57, en una acción de amparo colectiva para que se ordene al Estado empleador el cese de despidos masivos de trabajadores públicos nacionales.