Santiago Caputo busca capitalizar la pelea de Javier Milei con Nicolás Posse, anticipada en exclusiva por LPO, para quedarse con el control de la Jefatura de Gabinete. El Presidente discutió a los gritos hace unas tres semanas con el que hasta ese momento era su mano derecha y desde entonces no se hablan.
“Posse está afuera del Gobierno”, afirmó a LPO una fuente al tanto de la pelea. Este retroceso de “Nicolás”, como lo llaman en el Gobierno, fue aprovechado por Santiago Caputo para quedarse con resortes claves del poder.
El líder de los Peaky Blinders ya tomó posesión de la AFI, dirigida Silvestre Sívori, un hombre de Posse, que fue debidamente advertido con versiones de su posible despido. Desde que Santiago Caputo logró tomar el control de esa repartición clave, los fondos reservados del organismo de inteligencia se triplicaron. En el Gobierno siempre se dijo que a través de esos fondos sin control se financian los trolls que atacan a los críticos del Gobierno. También se habla de sobresueldos y beneficios a periodistas amigos, como en el menemismo.
En el Gobierno corrían las versiones que indicaban que Milei y su hermana Karina querían correr a Sívori, un efecto de la pelea con Posse. Pero por ahora el funcionario logró sobrevivir sometiéndose a Caputo.
Fuerte pelea de Milei con Posse por el manejo del gobierno
A Posse no sólo le absorbieron a Sivori: Caputo ya controla a Mauricio González Botto, que maneja la Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado. Es un funcionario clave por dos cosas: tiene a cargo la privatización de las empresas y, fundamentalmente, pone la firma que los Peaky Blinders buscan evitar a toda costa.
El modus operandi del Grupo Marlboro es evitar los papeles. Con ese proceder pidió ayuda a los empresarios y a las mentes menos sagaces el Círculo Rojo para que apoyen la comunicación y la estrategia del gobierno en las redes. Es decir, que aporten a la causa para mantener a los trolls que le sirvieron a Milei para ganar la batalla en las redes y llegar a la Presidencia. Como hasta la caja de fondos reservados de la AFI tiene un límite, algunos empresarios recibieron pedidos de aportes en bitcoin, ideal para no dejar huellas.
El choque de Caputo con Posse liquidó las aspiraciones de Martín Maestu, un economista de la consultora internacional McKinsey & Company que estaba detrás de la venta del predio de la TV Pública, que estaría valuado en 400 millones de dólares.
La pelea por el negocio que abren las futuras privatizaciones contenidas en la ley ómnibus cruza al gobierno. El Ejecutivo blanqueó que las tiene en la mira desde el día en que mandó en la primera versión de esa norma una lista de más de 40 empresas a privatizar. La lista ahora se achicó, pero las intenciones no.