Axel Kicillof le puso punto final a uno de los proyectos que más desveló a Daniel Scioli durante su periodo en la Gobernación y que nunca pudo ver materializado: la terminal de cruceros en Mar del Plata.
La llegada de miles de turistas extranjeros a la ciudad balnearia argentina por excelencia mediante embarcaciones de lujo fue un anuncio que el exmotonauta hizo en repetidas ocasiones desde 2010 hasta que dejó el Ejecutivo bonaerense, en 2015.
A pesar de destinarse alrededor de 7 millones de dólares para la infraestructura en tierra, la terminal nunca operó debido a sucesivos problemas con el dragado del sector donde deberían ingresar los cruceros.
Oportunamente, LPO contó que las licitaciones de dragado se retrasaron con el argumento de la formación en la zona de bancos de arena cada dos años que complicaban las cosas y, aunque en 2015 Scioli buscó reflotar el proyecto al calor de su campaña presidencial, quedaron si licitar los frentes de amarre y, finalmente, todo quedó en la nada.
Lo que quedó en pie fue una mole que requiere de tareas de mantenimiento y pagos relacionados a los cánones de ocupación del predio. Con esa foto, Kicillof firmó el decreto 465 que dispuso “la disolución y liquidación del Consorcio Público Escollera Norte”.
Sin uso durante años, el inmueble de la frustrada terminal de cruceros pasa a manos del puerto local.
En el decreto firmado por Kicillof y sus ministros Augusto Costa (Producción) y Carlos Bianco (Gobierno) resalta que “el referido ente, desde su creación, no pudo operar debido a la falta de dragado del sector donde deberían ingresar los cruceros”.
Y agrega: “Ante el estado de situación descripto, en el cual no se evidencia actividad alguna por parte del ente, cuyo objeto de origen no resulta posible de cumplir en dichas condiciones, corresponde se disponga la disolución del consorcio y su posterior liquidación”.
En 2010, Scioli había creado el Consorcio Público Escollera Norte por decreto luego de un contrato de cesión de uso oneroso de esas tierras entre el Estado Nacional, representado en esa oportunidad por el Estado Mayor General de la Armada, y la provincia de Buenos Aires.
Ahí, se estableció un plazo de cesión por 20 años. Además de una terminal de cruceros, se proyectaba un paseo recreativo y un corredor nocturno.
Para Scioli fue un ambicioso proyecto en una ciudad donde siempre mantuvo especial interés, anclado en su amistad con el empresario Florencio Aldrey Iglesias. Y el negocio de los cruceros es una veta en la que el exmotonauta sigue prestando atención.
En efecto, como secretario de Turismo de Javier Milei, estuvo la semana pasada en la Feria Internacional de Cruceros de Estados Unidos, donde se reunió con el vicepresidente de Royal Caribbean Christopher Allen.
Scioli podría terminar su mandato sin ver a los cruceros ingresar a la terminal de Mar del Plata
Mientras Scioli intenta que lleguen más cruceros a Buenos Aires, Puerto Madryn y Ushuaia, la terminal que nunca pudo poner en marcha en Mar del Plata, ahora se reciclará como inmueble a operar por el puerto local.
Kicillof definió en su decreto que las instalaciones del ente disuelto pasen a manos del Consorcio de Gestión del Puerto Mar del Plata, que controla el camporismo alineado a Fernanda Raverta a través del exconcejal Marcos Gutiérrez.
“El Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata manifestó su intención de asumir las obligaciones pendientes y futuras”, detalla el decreto firmado por Kicillof.
En consorcio portuario consideran que el predio en desuso de la frustrada terminal de cruceros es una alternativa inmediata para paliar la dificultades operativas actuales de la estación marítima Mar del Plata, que depende del puerto, que hoy tiene su capacidad colapsada operativamente por falta de espacios de amarre.
