El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, dio por caída
a las 12:53
la sesión prevista para este miércoles, por falta de quórum. Con acusaciones cruzadas entre oficialistas y peronistas, el riojano había solicitado la extensión del horario para reunir a los 129 legisladores, lo mismo que el jefe de bloque PRO, Cristian Ritondo, mientras Unión por la Patria (UP) reclamaba a los libertarios que se ajustaran al reglamento y formalizaran la imposibilidad de sesionar.
Enfáticamente, Cecilia Moreau primero y Paula Penacca después reprocharon a Menem su meticulosidad cuando las bancadas opositoras pedían una sesión y su laxitud cuando el interés era del partido del gobierno. Ritondo, en una de sus intervenciones, trató de explicar que la demora de los legisladores para llegar al recinto se debía a que los ascensores del anexo, donde muchos tienen sus despachos, estaban averiados.
Sin embargo, una diputada le dijo a LPO que durante la reunión de Labor Parlamentaria el presidente de la principal bancada opositora, Germán Martínez, declinó el tratamiento de sus propios proyectos para crear una comisión especial que determine la responsabilidades de los legisladores que visitaron a los represores condenados a cumplir sentencia en la cárcel de Ezeiza, a cambio de apoyar una iniciativa de Silvia Lospennato. “Eso nunca iba a pasar”, se burló la legisladora, y agregó que lo que quedaba en pie dentro del temario era el “repudio lavado” que se redactó en la oficina de Menem.
Esa versión fue complejizada por otro de los participantes de esa reunión. Según su relato, Menem pretendía aprobar un comunicado de repudio que el kirchnerismo no compartía porque, en su tercer punto, ni siquiera responsabilizaba a los diputados de Javier Milei por su excursión al penal de Ezeiza.
En ese contexto, Martínez habría planteado que modifiquen la redacción del texto o apoyaran la creación de una comisión especial pero Miguel Pichetto estalló de furia. “¿Qué mierda tenemos que investigar nosotros?”, repudió el diputado decano.
Entonces, Lospennato propuso que se discutiera en la Comisión de Peticiones y Reglamento la conformación de ese cuerpo que determinara las responsabilidades y la eventual remoción de los legisladores. El peronismo estaba decidido a plegarse a esa iniciativa pero la falta de quórum estropeó sus planes.
Los miembros del bloque liderado por Pichetto, por su parte, nunca bajaron al recinto, en tanto que tampoco lo hicieron algunos radicales, ausentes con aviso. Los integrantes de UP permanecían cerca de sus bancas o desfilaban por el salón Pasos Perdidos pero no se logueaban, lo cual alimentaba la sospecha de que su intención era evitar largas exposiciones contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela y la denuncia contra Alberto Fernández, más allá del documento que los diputados conducidos por Martínez presentaron la semana pasada reclamando la exhibición de las actas electorales y el repudio al ex Presidente que comunicaron hoy, respectivamente.
Cerca de Pichetto comentaron a LPO que la postura suya es “debatir temas de agenda parlamentaria”. El comunicado de prensa que divulgaron después expresaba que se resisten a “ser funcionales a la discusión de la agenda identitaria de los extremos del arco político”.
Fuentes parlamentarias, además, consignaron a LPO que tampoco Menem quería la sesión. “Estuvo tratando de bajarla desde el lunes a raíz de la escalada por la visita de los libertarios a (Alfredo) Astiz en Ezeiza”, dijeron.