La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, llamaba frenéticamente por teléfono este jueves a los senadores que podrían apoyar a Martín Goerling como presidente de la Bicameral de Inteligencia, cuya conformación se produciría el próximo martes y forma parte de las negociaciones del gobierno con los aliados para que no caiga el DNU de los fondos reservados de la SIDE. Como informó LPO, la funcionaria se metió de lleno en la pelea por la conducción de esa comisión desde que Leopoldo Moreau, titular en funciones todavía, empezó a indagar sobre los interrogatorios políticos y los apremios ilegales aplicados contra los detenidos durante la represión a las protestas contra la Ley Bases.
Con su respaldo al legislador misionero, Bullrich choca de frente con Santiago Caputo y Karina Milei, quienes apoyan a Edgardo Kueider para ese puesto. Al mismo tiempo, coincide con la jugada de Victoria Villarruel, que también se inclinaba por Goerling pero no se inquieta si se impusiera el entrerriano. “Kueider juega bien conmigo pero habla pestes de Milei”, habría comentado la Vice.
La Bicameral de Inteligencia se convirtió en un botín para los bloques aliados desde que el gobierno dispuso por decreto el rediseño de la SIDE y, por la misma vía, aumentó en 100 mil millones de pesos los gastos reservados para el organismo. En ese contexto, se agudizaron las tensiones con el pichettismo, que reclamaba un lugar para Emilio Monzó y Martín Menem habría descartado por la desconfianza de Caputo, Karina y el propio Milei.
De ahí que Nicolás Massot fuese uno de los más enfáticos en su rechazo al DNU de los fondos reservados y, bajo ese panorama, el riojano habría ofrecido en representación del Poder Ejecutivo que Martín Lousteau no solamente integre la comisión en reemplazo de Mariana Juri sino que también la presida. “Sería bueno que suceda”, deslizaba un libertario este miércoles en el Salón de los Pasos Perdidos.
La maniobra disgusta al sector del radicalismo que responde a los gobernadores y mantiene una disputa con el economista que preside la UCR a nivel nacional, pero figura como una de las cartas que utilizó el gobierno para desactivar la sesión que promovía el pichettismo para este jueves, con el propósito de voltear el decreto de la SIDE.
Con ese panorama, en un despacho oficialista del Senado dijeron a LPO que la pelea marchaba pareja entre Goerling y Kueider pero “la K sacaba leve ventaja”. La incógnita es si los seis representantes del peronismo (tres por la Cámara Alta y tres por Diputados) darán su apoyo al entrerriano, después que abandonara el Frente de Todos en 2023 y votara la Ley Bases de Milei este año.
La Bicameral de Inteligencia está integrada por 14 miembros y, además de los seis de UP, se incorporaron Lousteau y Mariela Coletta por el radicalismo, Cristian Ritondo y Edith Terenzi por el PRO, Gabriel Bornoroni y César Treffinger por LLA, Goerling y Kueider.
Según fuentes parlamentarias, la conformación se produciría el martes 20 de agosto, a las 16. En los pasillos del Congreso nadie recuerda que la definición por las autoridades de ese cuerpo, que requiere discreción y reserva para trabajar, fuese tan desordenada. “Esto es fruto de la interna del gobierno”, resumían cerca de uno de los candidatos a presidir la comisión.