Celso Amorim, asesor especial de Lula para la política exterior y enviado a Caracas para seguir de cerca el proceso electoral reveló en una entrevista con un medio de Brasil que el gobierno está decepcionado por la demora en los resultados.
El ex canciller de Lula y Dilma dijo que “en cualquier país, la carga de la prueba recae en el acusador. Pero en el caso de Venezuela, la carga de la prueba recae en quién es acusado, quién es el objeto de sospecha.”
Amorim insistió con que “teniendo en cuenta todo lo que ya ha sucedido, todo el panorama político, hay una expectativa de que Venezuela y el gobierno venezolano puedan demostrar el voto que él dice haber tenido”.
“Le pregunté eso al presidente Maduro (sobre las actas) y le dije que era cuestión de dos o tres días”, afirmó.
Brasil intenta articular una política común con Colombia, Chile y México para lograr que Maduro muestre las actas o, en su defecto, se siente a negociar con la oposición. El País de España publicó este viernes que el líder brasileño busca correr a María Corina Machado y construir un puente de negociación entre Maduro y Edmundo González para encontrar una solución política a la crisis.
Sin embargo, Nicolás Maduro no parece estar dispuesto y desplegó todo el aparato militar para reprimir las protestas y perseguir a los opositores. Incluso, anunció que está por terminar la construcción de dos cárceles de máxima seguridad.
El Consejo Nacional Electoral difundió el segundo boletín en el que ratifica la victoria de Maduro pero sin mostrar las actas y con la pagina web caída. En paralelo, Maduro apela a la judicialización para ganar tiempo a través del Tribunal Supremo de Justicia para ganar tiempo.
En este marco, la lista de países que reconocen la victoria de Edmundo González está creciendo. A Estados Unidos y Perú se sumaron Uruguay, Panamá y Ecuador.
