Diversas organizaciones de la sociedad civil emitieron un comunicado conjunto en el que reclaman una posición mas dura contra el régimen de Venezuela luego de las elecciones del 28 de julio.
La carta, a la que accedió LPO, está firmada por organizaciones como Artículo 19 Brasil y Sudamérica, Asociación Brazil Office, Conectas Derechos Humanos, Derechos Humanos, Transparencia Electoral Brasil y Transparencia Internacional Brasil y solicitan conjuntamente al gobierno brasileño que adopte medidas concretas para ayudar garantizar una transición democrática y pacífica en Venezuela.
El texto sostiene que “los aspectos importantes destacados son las irregularidades en las elecciones presidenciales celebradas hace cinco meses, marcadas por fuertes evidencias de fraude y que está siendo investigado por el Comité de Derechos Humanos de la ONU”.
Además, sugiere que el presidente Nicolás Maduro está para iniciar su tercer mandato, aunque no presenta a las actas electorales que confirmarían tu victoria.
Lo que quieren Petro y Sheinbaum
En ese marco, insisten conque Brasil necesita tomar las siguientes acciones inmediatas como no confirmar el resultado electoral hasta que los registros originales hayan sido verificados y la ONU decida el caso formal en trámite, garantizar la protección a solicitantes de asilo político venezolanos en la embajada argentina en Caracas, bajo custodia del gobierno brasileño, apoyar a la sociedad civil venezolana contra la represión y la criminalización y defender la liberación de personas detenidas arbitrariamente en el contexto de las protestas contra el presunto fraude electoral.
Además, la nota destaca el papel estratégico de Brasil en la defensa de la democracia en América Latina y destaca que la normalización del origen a la actual crisis político-institucional en Venezuela comprometería su liderazgo regional.
“La posición de Brasil cobra aún más relevancia trás la decisión de México y Colombia en enviar representantes para asumir el poder de Maduro en enero de 2025”, remarca.
Uno de los impulsores de esta iniciativa es Paulo Abrao, ex funcionario de la OEA que estuvo cerca de ser funcionario del gobierno de Lula.
Para el líder brasileño es un escenario complicado porque los puentes con Maduro están casi rotos y la presión para soltarle la mano definitivamente es cada vez más grande. A su vez, como reveló en exclusivo LPO, Petro y Sheinbaum decidieron construir un camino alternativo para el progresismo regional con una nueva centralidad en México debido a lo que consideran un fracaso de Lula en estos dos años de conducción.
De todas formas, para Lula el enemigo principal es el extremismo que expresa Milei y Bolsonaro y apunta a construir una alianza con base en el Mercosur y en los gobiernos de centroderecha moderada.
