Eduardo Bolsonaro y otros cuatro diputados de la derecha de Brasil viajaron al país para participar de un evento organizado por la libertaria María Celeste Ponce.
Según publica el Globo, el hijo menor del ex presidente de Brasil le pidió a Milei que reciba en condición de asilado de al manos 6 prófugos condenados por haber sido parte del intento de golpe contra Lula el pasado 8 de enero de 2023.
La información publicada sostiene que los condenados investigados por su participación en la toma de Brasilia rompieron las tobilleras electrónicas que portaban por orden el Supremo Tribunal Federal (STF), y huyeron del país para radicarse en Argentina y Uruguay.
En ese sentido, el Fiscal General Paulo Gonet solicitó la inclusión de alertas rojas de Interpol para que sea regresados a Brasil y que cumplan la condena.
Entre los condenados están el músico Ângelo Sotero, de 59 años, condenado en noviembre a 15 años y seis meses de prisión por intento de golpe de Estado y asociación para delinquir por el pleno de la Corte Suprema.
También el corredor Gilberto Ackermann, de 50 años, quien fue condenado a 15 años de prisión, Raquel de Souza Lopes, de 51 años, condenada a 16 años y seis meses de prisión; el empresario Luiz Fernandes Venâncio, de 50 años, que aún no ha sido juzgado; Rosana Maciel Gomes, de 50 años, condenada a 14 años de prisión; y el Daniel Luciano Bressan, de 37 años.
El bolsonarismo ha construido una narrativa de persecución alrededor del tema y califica a los condenados por los desmanes en los edificios de los tres poderes del estado como una persecución del gobierno de Lula a la disidencia.
El pedido le cae a Milei, dos días después que el propio gobierno brasileño le tendiera una mano importante para resolver la crisis del gas que dejo sin abastecimiento a buena parte del país. Aceptar el pedido de la familia Bolsonaro podría ser una línea roja de la que no podría volver atrás.