La salida por jubilación del juez Luis Genoud, que se hará efectiva el 1 de junio, dejará a la Corte Suprema bonaerense con una composición inédita de tres miembros, algo que pone en crisis su funcionamiento y mete presión a Axel Kicillof para que acuerde con la oposición el giro de los pliegos al Senado para ocupar las vacantes, que ahora trepan a cuatro.
Sin certezas aún sobre el reparto de asientos que ofrecerá el oficialismo, en la oposición empiezan a plantar pretensiones y filtrar algunos nombres. En ese marco, en el PRO aseguran que el procurador General bonaerense, Julio Conte Grand jugará fuerte en esa discusión.
“Julio va a estar en la mesa de decisión y va a tener una incidencia importante”, dijo a LPO un dirigente amarillo al tanto de la rosca abierta por ocupar las vacancias supremas.
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Así, el nombre que acerque el exsecretario de Legal y Técnica de Vidal tendrá especial gravitación al definir el candidato que proponga el PRO para la Corte. Eso, con el consenso de todas las líneas internas del partido amarillo.
Incluso, en algunos pasillos del ámbito judicial se mencionó que el propio Conte Grand podría pasar del Ministerio Público Fiscal -donde está desde el 28 de diciembre de 2016- al Máximo Tribunal. En el bloque PRO en el Senado, por lo pronto, ven lejos esa posibilidad. Pero no la descartan.
El peronismo es el principal interesado en favorecer ese desplazamiento, para quedarse con la jefatura de los fiscales, un resorte clave de poder porque en la provincia rige el sistema acusatorio que deja en manos de los fiscales la instrucción de las causas.
Como contó LPO, entre los primeros nombres que filtraron desde el PRO, surgió el de Andrés Soto, juez de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de La Plata. Soto ya había sido promovido años atrás por el exintendente Julio Garro, pero ahora sumaría nuevos consensos.
Como fuere, a casi un mes de conocida la renuncia de Genoud, en la oposición empieza caminar la impaciencia por no tener certezas del oficialismo sobre la propuesta de reparto de asientos en el Máximo Tribunal.
“No hay margen, hay que resolverlo de manera urgente. Pero antes de discutir nombres, hay que discutir cómo va a ser el reparto, y ellos hacia adentro tienen un quilombo muy grande”, dijo a LPO otra fuente PRO que participa de la discusión y que considera que las tensiones internas en el peronismo dilatarán los tiempos.
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En la oposición creen que el gobernador no tiene resuelta la discusión interna por los lugares en la Corte y que las recientes tensiones que emergieron con el camporismo no ayudan a madurar una definición.
Ven, además, que de contar el Gobierno con una masa homogénea y sin fricciones internas, el planteo “lógico” sería de tres asientos para el oficialismo y uno para la oposición.
Pero, con esta foto de tensiones, apuros y la necesidad de contar con los votos opositores en el Senado, no descartan un esquema de reparto de dos para el oficialismo, uno para el PRO y otro para la UCR. Claro está, ese es el escenario deseado por los exsocios de Juntos para evitar la disputa que afrontarán en caso de tener solo un asiento.
En el radicalismo, aseguran que el tema todavía no tuvo un abordaje -al menos formal- dentro del bloque ni en el marco del Comité Provincia.
Como fuere, circula el nombre de la actual titular del Concejo Deliberante marplatense Marina Sánchez Herrero, esposa del presidente de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad.
Como contó LPO, en el entorno del senador nacional lo niegan. Pero hay voces legislativas del radicalismo que la siguen mencionando. “Es un nombre que suma experiencia por haber estado en el concejo de la magistratura”, argumentan.
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Sin visos de resolución en lo que queda del primer semestre, una vez que Genoud efectivice su alejamiento, la Corte quedará con tres miembros, cuando el mínimo para funcionar es de cuatro.
Hasta que se designen los nuevos jueces, para tener quorum se convocará a la titular de Casación, Florencia Budiño, que ya venía participando para desempatar fallos divididos cuando había cuatro magistrados. Ese rol, ahora, lo tendrá el vice de Casación, Mario Kohan.
La crisis del sistema judicial bonaerense ilustra más de 700 vacancias. Por eso, en el Senado adelantaron que en las próximas semanas van a trabajar algunos pliegos, a la espera de avances en la negociación por la Corte.