La situación sería de una gracia desfachatada, si no fuera porque roza el tráfico de influencias. El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo invitó a su primer programa de streaming al abogado Angel Liban Kusa, socio del estudio Brochou Funes de Rioja.
Este abogado esta señalado por ser uno de los que “colaboró” en la redacción del paquete de beneficios fiscales que integró la Ley Bases que incorpora el RIGI. Los vínculos de Caputo con el estudio Brochou son conocidos, al punto que designó como titular de la Aduana a un abogado de ese estudio.
El otro socio importante es Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA que viene haciendo un enorme esfuerzo por contener la furia de los industriales con la actual política económica, que hundió al sector en caídas de la actividad que superan el 30 por ciento.
Caputo con la invitación de Angel Kusa a su programa de streaming envió al mercado la señal que ese abogado tienel acceso total al Palacio de Hacienda, justo cuando su estudio y otros grandes están asesorando a grandes empresas sobre como conseguir el RIGI, que otorga beneficios fiscales importantísimos a quien invierta más de 200 millones de dólares.
Por ese trabajo los grandes estudios están cobrando entre el 1% y el 2% de la inversión total. Estamos hablando de inversiones, básicamente, de mineras y petroleras que pueden alcanzar los 1.000 millones de dólares. Saquen sus cuentas.
Caputo pone en Aduana a un abogado del estudio Brochou, que trabajó en la redacción del DNU
Como reveló LPO, Caputo viene librando una batalla durísima con el ministro Federico Sturzenegger, por quedarse con la llave para otorgar, denegar y controlar quien recibe el RIGI.
El engorroso trámite para acceder al RIGI, que además puede ser suspendido en cualquier momento por el Gobierno cuando considere que se incumplió el régimen, obliga a las empresas a caer en manos de grandes estudios con acceso garantizado al gobierno. “Habría que ver como se reparten esos honorarios”, chicaneó en diálogo con LPO un importante abogado empresario.
El RIGI permite reducir el impuesto a las Ganancias de un 35% al 25%, una devolución acelerada del IVA y retenciones cero para las exportaciones vinculadas a las nuevas inversiones. Para aquellos que inviertan más de 2000 millones de dólares las condiciones son aún más beneficiosas.
