“Nuestro problema es el fútbol y está claro que a Talleres lo vienen cagando hace rato. No nos interesa la política, ese es otro partido que nosotros no jugamos”. Así definen en el entorno de Andrés Fassi, el presidente de Talleres, las razones de la embestida del dirigente del fútbol cordobés en contra de Claudio ‘Chiqui’ Tapia, el presidente de AFA.
No obstante, también es cierto que no son pocos los que en Córdoba analizan la cruzada desde otro lugar y no creen en el empresario cuando dice “‘Chiqui, no tengas miedo, no me interesa ser presidente de AFA”.
En una de las varias frases que Fassi le dedicó al hombre fuerte del fútbol argentino en la conferencia de prensa de este mediodía cuando dio pormenores del tenso cruce con Andrés Merlos, el árbitro del escándalo en la noche del sábado tras la eliminación a manos de Boca por Copa Argentina.
Fassi hoy se acomodó como el líder de la oposición a Tapia y lo hizo en una conferencia de prensa que fue transmitida por canales nacionales, replicada en distintos medios y que, además, convirtió en tendencia al presidente de Talleres en redes sociales después del mediodía.
“Apuntó a la sien porque tiene banca, hay un respaldo claro en el contexto nacional para pararse y apuntar así”, reconoció en tanto un dirigente de la política en Córdoba que siguió la discusión desde el sábado y que vio, además, como algunos en la política sumaron adhesiones al reclamo de Fassi. Uno de ellos fue el jefe del bloque de la UCR en Diputados, Rodrigo de Loredo, hincha de Talleres, pero con un amigo en común con Fassi: el expresidente Mauricio Macri.
“Hay dos elementos que son absolutamente objetivos. Uno: Talleres de Córdoba viene siendo sistemáticamente perjudicado por las decisiones del arbitraje organizado por la Asociación del Fútbol Argentino. Dos: Andrés Fassi es, como presidente de un club de esta envergadura, el principal representante deportivo defensor de la SAD en el país, frente a las autoridades de la AFA y una gran cantidad de otros dirigentes que la combaten. Mi solidaridad para con Andrés y con el cuerpo directivo que fue violentamente atacado ayer en Mendoza”, publicó De Loredo.
“Para esa demostración en redes de un tipo que está vinculado, pero no asociado a Talleres como puede ser (Luis) Juez, está claro que hubo una orden de Macri para salir a cerrar filas”, confió un conocedor del mundo del fútbol en Córdoba.
En el club insisten con despegarse de la política, aunque es cierto que miden y hacen relevamiento de manera bastante asidua con encuestas de imagen en torno a la figura del presidente de Talleres. Y no desconocen que es uno de los apuntados para impulsar del modelo SAD en los clubes. De hecho, hoy Fassi sostuvo que con este gobierno se vive “un momento de cambio”.
Además, hay un operador en común entre Fassi y Federico Sturzenegger, el ministro de Javier Milei que impulsa las sociedades anónimas deportivas. Se trata del empresario Guillermo Tofoni, quien, entre otras cosas, fue la persona que acercó como sponsor al BBVA cuando Talleres estaba en el ascenso y fue el único patrocinio de la banca de origen español dentro del fútbol argentino por fuera de las camisetas de River y Boca.
Viejo conocido, además, de otro dirigente del fútbol que respalda la inserción de los privados como el presidente de Estudiantes de La Plata, Juan Sebastián Verón. Tofoni organizó partidos amistosos de figuras del fútbol mundial y el titular de Estudiantes era una de las estrellas convocadas.
Hoy Fassi dijo que recibió el respaldo de otro presidente de un club de Primera, al que prefirió no nombrar, aunque todos creen que hablaba de ‘la Bruja’.
No así con los clubes de Córdoba, donde el presidente de Instituto, Juan Manuel Cavagliatto es el hombre de Tapia en la provincia; y Luis Fabián Artime, el titular de Belgrano, aseguró su reelección cuando se acercó a ‘Chiqui’. Tampoco de la política, por fuera de De Loredo y algunos radicales, hubo un respaldo a Fassi.
No hubo manifestaciones públicas, por ejemplo, del gobernador Martín Llaryora quien se encuentra de gira por los Estados Unidos junto a una comitiva de empresarios entre los que se encuentra Rodrigo Escribano, vicepresidente de Talleres y hombre del Grupo Roggio. Inteligente, Llaryora sabe que una tensión con Tapia puede alejar a la selección de partidos en Córdoba y, como muchos de los políticos, ven en Fassi un rival.
En la entidad, por su parte, están convencidos de la maniobra de Fassi que, según algunos detractores del presidente albiazul, es una manera de construir relato y despegarse de la agenda real con los hinchas dentro de un mercado de pases muy austero, y con sendas eliminaciones en Copa Argentina y Copa Libertadores.
No obstante, en el entorno del presidente de Talleres hablan de un necesario cambio cultural en el fútbol argentino, le ponen épica con la batalla de un solo presidente con 27 en silencio y apuestan a una reestructuración total. “Hay estadios de hace 50 años en los que no tienen agua los baños y se quieren colgar de Messi”, dijo una persona que conoce a Fassi. Un tipo dispuesto a todo; incluso, a entrar de una vez por todas en la política.