La industria automotriz cordobesa está en alerta por la crisis que afecta a Nissan: una notable caída en la producción de la camioneta Frontier, que este año prevé la fabricación de sólo 12 mil unidades.
Aunque se trata de una crisis focalizada en Nissan, en el gremio de los mecánicos (Smata) hay “mucha preocupación” por el impacto en la cadena de autopartistas, donde se registran retiros voluntarios.
“Tenemos 200 operarios de Nissan suspendidos, sólo un turno de producción y el anuncio que se fabricarán 4.000 unidades menos de las previstas y un número no determinado de retiros voluntarios y otras desvinculaciones en las autopartistas”, dice Gastón Alvarado, de la conducción del gremio.
La crisis no afecta a Renault, Fiat e Iveco. Esas plantas mantienen sus planes de producción e incluso sostienen buenas perspectivas por el desarrollo de nuevos modelos. “Es parte de la crisis global de Nissan”, confirma Alvarado. De hecho, Renault absorbió a 80 operarios de Nissan.
Aunque no ha habido una comunicación oficial por parte de la automotriz japonesa, las suspensiones de operarios y la caída en la demanda de insumos y piezas a las autopartistas son, al menos para el gremio, una clara señal de la crisis.
Por eso, el gremio ya recurrió a la Secretaría de Trabajo de la Provincia, con el objetivo de confirmar las sospechas y delinear un plan para los operarios en jaque.
En este marco, si la crisis de Nissan Argentina se confirma impactaría en 1.500 personas, entre empleados directos e indirectos, según Smata.