Cristina Kirchner y Axel Kicillof se reunieron a solas en medio de la pelea entre La Cámpora y los intendentes más cercanos al gobernador, encabezados por el de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Los detalles de esa reunión se desconocen, pero las acciones que siguieron hablan: el gobernador se subió al escenario junto a la ex presidenta y destacados camporistas como Wado de Pedro, en el acto de este viernes en Merlo.
La presencia de Kicillof en el acto de Merlo descolocó a varios. Sin aviso previo, el gobernador llegó a ese punto del oeste del conurbano y se ubicó en primera fila. El aplauso de un auditorio mayoritariamente cristinista se hizo sentir, al punto que el propio Kicillof se dio vuelta y saludó el gesto.
El gobernador tuvo su lugar en primera fila junto a los camporistas Facundo Tignanelli y Wado De Pedro, los dos muy cercanos a Máximo Kirchner, con quien Kicillof arrastra tensiones.
El acercamiento de Cristina y Kicillof llega sobre el final de una semana donde hubo nuevos cruces que sacudieron a la interna entre La Cámpora y el gobernador. Al punto que Mayra Mendoza llegó a acusar públicamente a Ferraresi y Andrés Larroque de operar en las redes en su contra. En el entorno del intendente de Ferraresi literalmente no sabían de que hablaba su colega de Quilmes: los trolls no son parte de método político, explicaron.
Tras el acto en la Universidad del Oeste, Cristina subió a otro escenario para hablarle a la militancia. Junto a la vice subieron Gustavo Menéndez en calidad de anfitrión, y también lo hicieron Kicillof y Wado. Se sabe que ninguno de esos movimientos son improvisados.
El acercamiento público entre Axel y Cristina se materializó a horas del acto de Kicillof en Mar Chiquita, una actividad pensada como el punto fundacional del axelismo. “Para que voy a ir mañana hasta allá si después Kicillof va a ir al pie de La Cámpora. Voy y negocio derecho”, se quejó un intendente cercano al gobernador.
Más allá de esa declaración despechada, la reunión entre ambos llegó en momentos en que un sector del peronismo le venía advirtiendo a Kicillof que él debía ser quien elija el primer candidato a diputado en las elecciones del año que viene. Y que debía romper si Cristina no se lo permitía.
Ese pedido emergía de un grupo de intendentes, funcionarios de la provincia y referentes políticos que viene trabajando la candidatura presidencial de Kicillof con fuertes críticas hacia Máximo Kirchner.
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“Si Kicillof quiere tener chances de ser candidato presidencial tiene que ser quien elija al primer diputado en las elecciones del año próximo”, afirmó a LPO un intendente de los más cercanos a Kicillof. El planteo es que debe mostrar jefatura política si pretende mantener vivo su proyecto presidencial en el peronismo.
De algún modo, es una estrategia similar a la que tuvo María Eugenia Vidal en 2017, que eligió a Esteban Bullrich para demostrar que los votos eran de ella y no de Mauricio Macri. En ese momento, la ex gobernadora le ganó a la lista que encabezaba Cristina Kirchner.
Quienes lo promueven como líder, entienden además que encabezar la campaña del año próximo contra el gobierno libertario será muy difícil si no tiene la chance de elegir al primer candidato a diputado.
El planteo tiene asidero, toda vez para Kicillof encarar la campaña en la provincia con Sergio Massa o Mayra Mendoza al frente de la boleta sería una incomodidad. Por eso, en el peronismo empezó a circular la idea, como anticipó en exclusiva LPO, que sea Cristina la candidata para sortear esa interna anticipada.
En La Plata entienden que el gobernador debe plebiscitar la gestión bonaerense, frente al gobierno de Javier Milei. Dos modelos de gobierno completamente distintos.
El planteo que le hacen a Kicillof es concluyente: si Cristina impone el primer candidato a diputado conviene romper y armar por afuera pensando en 2027. “Si Axel tiene participación importante en el armado de las listas es una cosa, si otra vez lo dejan afuera hay que romper”, afirmó a LPO otro de los intendentes que acompañan al gobernador.
Por lo pronto, un nombre que comenzó a rodar en la capital de la provincia es el de Carlos Bianco, ministro de Gobierno y hombre de máxima confianza del gobernador. Bianco es el dueño del Clio gris con el que se lanzaron a recorrer la provincia en 2016, una campaña -al estilo uruguayo- que contrastó con la distancia que Vidal mantenía con los bonaerenses. Sin embargo, desde el entorno de Kicillof niegan de plano esa eventual candidatura.
Entre los intendentes del Conurbano, hay quienes creen además que -aunque el gobernador se ponga al frente de la campaña- el primer candidato tiene que ser alguien con mayor nivel de conocimiento y proponen al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.
Los intendentes están mucho más cerca de Axel de lo que estaban en 2021. El gobernador suele llamarlos y conversar relajado con ellos. Ya no los percibe como enemigos, sino como pares. “Durante mucho tiempo creyó que con el Clio le alcanzaba, hoy ya no piensa eso”, afirmó a LPO uno de ellos.