Estados Unidos cambió de dirección y ahora aclara que todavía no reconoce a Edmundo González Urrutia como el ganador de las elecciones en Venezuela y pidió que tanto el gobierno como la oposición negocien pacíficamente una transición democrática, en un claro alineamiento con la estrategia encabezada por Lula.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, dijo en un comunicado que “todavía no estamos en ese punto (de reconocerlo como presidente). Estamos en estrecho contacto con nuestros socios en la región, especialmente Brasil, México y Colombia, para encontrar un camino a seguir”.
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El portavoz reiteró el llamado para que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), que proclamó la victoria del presidente Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio sin aportar evidencia alguna, publique de una vez las actas de votación con los resultados.
Lo paradójico es que el comunicado de Miller contradice lo publicado por el Departamento de Estado el pasado jueves en donde el propio Antony Blinken felicitó a Edmundo González por la “victoria abrumadora” en los comicios un día después de la declaración conjunta de Biden con Lula.
Miller subrayó que ha pasado ya una semana de las elecciones y que cualquier prueba que presente el CNE requerirá de “un escrutinio minucioso” debido al “potencial de alteración y manipulación tras ese período de tiempo”.
Esta decisión le otorga más volumen al rol de Lula y su estrategia de agotar las instancias de negociación para evitar una crisis que pueda poner a la región en una situación de colapso, línea que comparten María Corina Machado.
La normalización de Venezuela es importante para Washington porque necesita al país sudamericano en el mercado petrolero en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania y tiene en Caracas licencias de exploración de Chevron que una crisis podría poner en riesgo.
Maduro dio a conocer los detalles del acuerdo con EEUU en Qatar que establece que los Demócratas se comprometieron a levantar las sanciones si se celebraban elecciones. Esa es una carta que el chavismo pretende usara para negociar.