El asesino de Marielle Franco, Ronnie Lessa, confesó que aceptó matar a la concejala de Río de Janeiro a cambio de dinero y dijo considerarse arrepentido.
El ex Policía Militar, que firmó un acuerdo de culpabilidad, volvió a decir que fue contratado por los hermanos Domingo y Chiquinho Brazão para realizar el crimen a cambio de 25 millones de reales que es el valor de la explotación de terrenos en la zona oeste de Río de Janeiro.
Lessa dijo en una audiencia virtual que “la posibilidad de hacerme rico me impactó, me dejé llevar ahí. Fue avaricia, me dejé llevar. Ni siquiera lo necesitaba, la verdad. Estaba en una fase muy pacífica de mi vida. Mi vida ya estaba lista y caí en ella. Realmente fue una maldita ilusión en la que caí”.
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El ex policía militar afirmó que incluso pensó en desistir de cometer el crimen en diciembre de 2017 y planteó “lo que empieza mal termina mal. Lamento mucho la estupidez que hice. Pero estoy vivo. Soy testigo vivo de todo lo que pasó. Lamentablemente, no podemos contar con la presencia de Macalé (otro de los acusados). Voy pagar lo que debo, pero me voy a ir con la frente en alto. Hoy puedo dormir, miro la cara de mi hija, sé que tengo que pagar el delito, pero estoy más tranquilo”, aseguró.
Según el asesino, la propuesta de llevar a cabo el asesinato se produjo a finales de 2016, cuando seguían investigando nombres vinculados al partido. “Marielle tuvo la desgracia de aparecer negativamente. Parecía que querían golpear al PSOL”, dijo Lessa.
Esto confirma los rumores que giran en torno los asesinos de Marielle estaban enojados con Marcelo Freixo (líder del PSOL de Marielle Franco y candidato a gobernador en ese momento) por supuestamente ayudar a Lava Jato a arrestar al ex presidente de la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro, Jorge Picciani y a su hijo, y que, por tanto, había orden de ejecutar a Marielle como mensaje para Freixo.
También reafirmó que Brazão le aseguró la participación del jefe policial Rivaldo Barbosa, y exjefe de la Policía Civil de Río de Janeiro en la planificación del crimen.
“Es la realidad de la Policía Civil y de la Policía Militar. La policía está contaminada desde hace décadas”, denunció Lessa que declaró sin la presencia virtual de los imputados en la sesión. “No estamos tratando con gente común y corriente. Son personas muy peligrosas, como lo era yo. No me considero más peligroso que ellos. En el piso de testimonios nos daremos cuenta de que estas personas son más peligrosas de lo que uno pueda imaginar”, añadió.
El 14 de marzo de 2019, Lessa y el ex policía militar Elcio Queiroz fueron detenidos por ser ejecutores del crimen. La relación de Bolsonaro con los integrantes de las milicias se explícito rapidamente. Lessa era vecino del condominio de viviendas en Barra de Tijuca ubicado en el oeste de Río de Janeiro en el que residían el presidente y su hijo, Carlos.
La investigación judicial determinó que Ronnie Lessa, Élcio Queiroz, Mad, Leléo y Macaquinho formaron parte del catálogo de asesinos a sueldo de la llamada “Oficina del Crimen”, un grupo de agentes de las fuerzas de seguridad de la región de Rio das Pedras, al oeste de Rio de Janeiro, por al menos 20 años.
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Al mismo tiempo, los dirigentes políticos que aparecen como sospechosos de ser autores intelectuales del crimen son el concejal Marcelo Siciliano, el ex concejal Cristiano Girão y el ex diputado y consejero retirado del Tribunal de Cuentas del Estado Domingo Brazão.
Brazao es un ex dirigente del MDB (partido de centroderecha) y ex consejero del TCE, es un conocido líder de una milicia (grupo paramilitar). Según pudo saber LPO con fuentes cercanas a la investigación, también estaría involucrado en negocios de extorsión, narcotráfico, negocios inmobiliarios y de transporte público en la zona oeste de Rio de Janeiro.