El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, logró aplazar la designación de la senadora Lucila Crexell como embajadora argentina ante la UNESCO, en una conversación con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. La bronca del mandatario provincial se desató porque la legisladora habría pactado su destino en una negociación por su cuenta con la vicepresidenta Victoria Villarruel, como condición para firmar el dictamen de la ley Bases.
Como resultado de la intervención de Figueroa, Crexell evalúa votar contra el proyecto del oficialismo y compromete la suerte del expediente en recinto.
LPO había informado que el gobernador patagónico reclamaba a la legisladora que mantuviera su dureza en el debate en comisión, con el propósito de arrancarle a la Casa Rosada más concesiones. “A Crexell la van a arreglar con un viaje”, auguraban en uno de los despachos aliados en la previa del plenario que culminó sin que hubiera firmas suficientes y requirió de la visita urgente de Francos al Congreso para destrabar el tratamiento de la ley.
Milei le daría una embajada a Crexell a cambio del voto a la Ley Ómnibus
A principios de esta semana, trascendió que la senadora logró cerrar su mudanza a París, para representar al país ante la UNESCO. El eventual nombramiento suyo como embajadora allanaría el camino para que la remplace en el Seando el diputado radical Pablo Cervi o quien le sigue en la lista de postulantes a la Cámara Alta, la radical Ayelén Fernández.
Ese recambio dejaría a Figueroa sin un senador que le responda. El peronismo cuenta con Oscar Parrilli y Silvia Sapag, mientras que el espacio del gobernador debería resignar el lugar de Crexell al bloque de la UCR.
De todas formas, en los pasillos del Congreso aducen que la senadora neuquina “siempre fue líbero”. “Ya integró el bloque PRO, luego saltó al de Cambio Federal, liderado por el salteño Juan Carlos Romero, y este año se acercó a Figueroa”, explicaron a LPO. Pero lo cierto es que más allá de sus zigzagueos, Crexell proviene del MPN como Figueroa.
Claro que como nieta del Elías Sapag, mantiene una relación tensa con Figueroa, que enfrentó a los fundadores de su partido. “Figueroa pierde o pierde”, explicó a LPO una senadora peronista que suele conversar con su par neuquina.