El gobierno avanza con el proceso de reducción de personal de los medios públicos, cuya privatización no fue aprobada por el Congreso. El oficialismo habilitó los retiros voluntarios en RTA y ofrece 20% de “gratificación especial”.
El proceso de reducción de personal será instrumentado por Orlando Pulvirenti y Mario Viera funcionarios que llegaron en la gestión de Rosario Lufrano y responden a Aníbal Fernández y Sergio Massa.
El gobierno ofreció a los empleados de RTA un sueldo bruto por cada año trabajado, un sueldo adicional para todos y el 20% adicional por aceptar el retiro. Hay casi 900 empleados en la TVP y 1300 para las 52 frecuencias de Radio Nacional.
“Los que van a conducir el proceso de reducción de personal, son los mismos que llenaron la TV Publica de militantes del Frente de Todos. Metieron aproximadamente 300 personas, muchos en cargos directivos”, rechazó un empleado de la TVP.
La decisión del gobierno parece contradictoria. Llega en el mismo momento en que el canal estatal relanzó su programación con el cocinero y ex intendente de Quilmes Martiniano Molina y Luli Fernández, modelo, conductora y cuñada del ministro de Justicia.
“¿Qué quieren hacer? Es inentendible. Primero se quedaron sin el fútbol que siempre dio ganancias y después tuvieron que hacer un acuerdo que solo favorecía a Telefé, porque se quedaba con toda la publicidad y el gobierno le garantizó la llegada a todo el país. Con Cocineros es lo mismo: dio de baja uno de los programas con más rating, donde no ponía plata y ahora arma uno dónde sí va a tener que poner”, explicó a LPO una fuente del sector.
Eduardo González, que reemplazó a Diego Chaher en los medios públicos, hizo que la TV Pública volviera al formato de coproducción que los libertarios le criticaban a Rosario Lufrano.
No está claro con qué número de personal quiere funcionar el gobierno. El antecedente de Télam le juega en contra al oficialismo y es por eso que debió ofrecer mejores condiciones que para los trabajadores de la agencia de noticias.
Menos de la mitad de los empleados de Télam habían aceptado los retiros y los demás iban a reintegrarse a sus labores semanas atrás después de un largo conflicto.
Sin embargo, horas antes de que reabrieran los edificios, el gobierno dio marcha atrás y las oficinas permanecieron cerradas. Y surgieron rumores de que Javier Milei quería despedir a otros 200 trabajadores.
Por el momento la gestión libertaria en la TVP no tiene un rumbo muy claro. Con directores y gerentes que duraron menos de un mes en el cargo, renuncias a derechos televisivos que luego terminaron en acuerdos de urgencia y retiros voluntarios en medio de un relanzamiento de la señal, es una incógnita qué sucederá con el canal.