El gobierno sintió el impacto de la marcha LGBT y tras negar que Javier Milei comparara en Davos a los gays con pedófilos, salió a decir que el presidente tenía razón en hacer esa comparación.
La marcha se originó en respuesta a ese discurso del que los libertarios no pudieron despegarse dos semanas después del evento en Suiza. Para desactivar la marcha en su contra, el propio Milei había intentado sin éxito explicar que lo habían descontextualizado, pese a que su agresión a los homosexuales y la comparación con los pedófilos fue textual.
El propio Milei buscó reforzar esa teoría este domingo cuando le respondió a un usuario que le preguntó cuál era su mensaje para la comunidad LGTB luego de la marcha. “Me apena que hayan sido usados con un video editado”, dijo el presidente.
Me apena mucho que hayan sido usados por las basuras del Partido del Estado mediante un video que fue editado, cuando la versión completa del mensaje no brinda lugar a la dudas.
— Javier Milei (@JMilei) February 2, 2025
La excusa de Milei no caló en los trolls, que luego de difundir algunas fotos de los manifestantes para deslegitimar la marcha, hicieron tendencia el hashtag “MileiTeníaRazón”. De este modo confirmaron que el presidente no fue sacado de contexto en Davos.
Patricia Bullrich fue una de las funcionarias de alto rango que se sumó a la campaña para justificar las agresiones de Milei contra los homosexuales. “Profanan a nuestros próceres”, tuiteó la ministra de Seguridad junto a una foto de un manifestante que mostró el trasero subido a la estatua de Belgrano que está ubicada frente a la Rosada.
“Otra marcha de los grupos militantes que desprecian a la Argentina que trabaja y progresa. Los que niegan nuestra historia. Los que insultan a nuestros próceres. Los que profanan nuestros monumentos y niegan nuestra bandera”, dijo Bullrich y acompañó la reflexión con el hashtag “MileiTeníaRazón”.
La diputada Lilia Lemoine, una de las figuras más representativas del pensamiento de Milei, subió un meme en el que representó a la pedofilia con colores LGBT dentro del caballo de Troya que, según los libertarios, el progresismo inocula en los gobiernos por medio de la ideología de género.
