Mariano Recalde blanqueó que el peronismo busca una negociación con Javier Milei para votar el pliego de Ariel Lijo como juez de la Corte Suprema, que se debate este miércoles en la Comisión de Acuerdos.
Tal como reveló LPO, el senador dijo en radio El Destape que la discusión podría pasar por la postulación de otro juez, además del candidato del Presidente. “No quiero cerrar una posición, porque los que llevan la negociación son las autoridades de los bloques”, sostuvo, y agregó que “puede ser otro juez o hay muchas cosas que se pueden hablar, leyes para la gente”.
Una senadora de Unión por la Patria había admitido ante LPO que Lijo era el juez del gobierno y, como el oficialismo necesita al bloque peronista para alcanzar los dos tercios del Senado, es lógico que se amplíe una mesa de negociación, con un lugar en la Corte.
Recalde, por lo demás, se cuidó de hacer una declaración “que pueda entorpecer, dificultar o ser excusa para frustrar cualquier posibilidad de cambios en el Ejecutivo”. “Así como están (los pliegos de ambos jueces) no van a ser aprobados”, indicó.
LPO ya informó que el gobierno mantiene una posición cerrada sobre la postulación de Lijo y Manuel García-Mansilla. “Son los dos o ninguno “, se cansan de repetir los libertarios.
Pero los apoyos a los pliegos, como precisó Recalde, no aparecen. Por eso mismo, el presidente del bloque de la UCR, Eduardo Vischi, desplazó abruptamente a Pablo Blanco, quien se opone públicamente a la designación de Lijo, de la comisión de Acuerdos.
El radical Pablo Blanco y el libertario Francisco Paoltroni
Blanco era uno de los radicales que integraba ese cuerpo, en reemplazo de Maximiliano Abad. Según fuentes parlamentarias, lo corrieron en la noche del martes sin siquiera notificarlo ni cumplimentar detalles administrativos. “Pregúntenle al presidente del bloque”, contestó con irritación Blanco cuando la prensa lo abordó en las puertas del Congreso para preguntarle por su repentino relevo.
LPO anticipó también que, por un lado, Mauricio Macri y Victoria Villarruel conversaron durante el fin de semana para coordinar la dilación del dictamen de Lijo. No obstante, en un despacho aliado al oficialismo advirtieron que el pliego no tenía chances de aprobarse este miércoles, más allá de lo que hicieran el expresidente y la Vice.
Como sea, Lijo ensayó su defensa con visible nerviosismo, acaso condicionado por las furibundas críticas que el formoseño Francisco Paoltroni dedicó antes que arrancara la reunión.
