El vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, viajó de urgencia a Nueva York para tratar de tranquilizar a los fondos de inversiones que tienen bonos argentinos y miran con preocupación la dificultad del gobierno de sumar reservas, es decir, de acumular fondos para cumplir los vencimientos de esos títulos.
El Palacio de Hacienda intentó manener en secreto el viajo y cuando LPO consultó a los voceros de Toto Caputo lo negaron de plano. Luego comenzó a filtrarse y sobre la noche, se blanqueó con un comunicado en la página web del Banco Central. La presentación de Werning, titulada “la segunda fase del gobierno”, ya se había filtrado a las redacciones.
LPO accedió a la versión en inglés fechada el 15 de julio, en la que el funcionario reconoce que el Banco Central tiene USD 3.000 millones de reservas negativas, como anticipó LPO. Hasts este lunes Economía filtraba que ese rojo no llegaba a los USD 2.000 millones.
En ese documento el Werning mencionó los factores que explican -según el Gobierno- la escasez de reservas. Mencionó una menor liquidación de los exportadores y una mayor demanda de dólares por compromisos de deuda e importación de energía más cara que lo previsto.
Caputo logró derrumbar el dólar pero se dispara el riesgo país porque el mercado mira las reservas
En lo que refiere a compromisos de deuda detalló que desde marzo se sumaron dos factores de presión sobre el frente cambiario: los pagos de importaciones a través del CCL y el esquema de cuotificación que tienen algunos importadores.
Por otro lado, Werning aseguró que la pérdida de reservas no tuvo que ver con el tipo de cambio exportador, conocido como dólar blend que permite liquidar el 80% de las exportaciones en el dólar oficial y el otro 20% en el contado con liquidación, que no entra a las arcas del Central. Sostuvo que los pagos de importaciones a través de los tipos de cambio financieros superaron la pérdida de ingreso de divisas.
“Los pagos de importación a través de CCL equivalente a USD 9.300 millones, superan la pérdida de ingresos de los exportadores USD 7.600 millones para bienes, o USD 8.200 millones para bienes y servicios, atribuida al mantenimiento del beneficio 80/20”, sostuvo el funcionario en su presentación.
El documento corrió como reguero de pólvora entre los jugadores del sector financiero. “La exposición de Werning no tiene desperdicio”, afirmó socarronamente un ejecutivo de una entidad financiera y remarcó el gráfico de líneas donde reconoce las reservas negativas al 11 de julio en menos USD 3.000 millones.
“Si ese es el estado al 11 de julio ¿Que podemos esperar ahora que decidieron reventar los dólares en el mercado bursátil para frenar la suba de los dólares financieros?”, concluyó este banquero.
En la city porteña circulan fuertes versiones de que Werning no sería el único funcionario que viajó a Wall Street a tratar de calmar a los operadores de ese mercado. “Lo vieron a la mano derecha de Quirno en el distrito financiero. Hay una peregrinación de funcionarios de Caputo buscando una soga del sistema financiero”, afirmó a LPO un operador financiero.
La Bancaria denuncia que el Central está sacando del país el oro de las reservas
Hay señales que la situación podría ser meas delicada de lo que trascendió hasta ahora. Tal como contó LPO el gremio La Bancaria, que conduce el diputado kirchnerista Sergio Palazzo, alertó que el Banco Central estaría sacando del país lingotes de oro de las reservas, sin ninguna decisión oficial que lo respalde.
Fuentes del sector dijeron a LPO que en el gobierno dicen que el Banco Central tiene en oro alrededor de 4.700 millones de dólares y esperan que funcionen como caución para que Basilea les otorgue un préstamo de esa cifra, operación que anticipó este medio semanas atrás. El banco suizo ya habría recibido oro del Banco Central equivalente a unos 500 millones de dólares, además de los 450 millones que se sospecha se trasladaron ahora.
El tema amenaza con convertirse en un problema serio para Bausili y se descuenta que podría terminar en la justicia. En La Bancaria por ahora están a la espera de que se cumpla el plazo legal para que el BCRA responda el pedido de informes.