Domingo Cavallo trazó un panorama muy crítico del actual programa económico en un encuentro con inversores, en el que dejó bastante claro que el cepo continuará al menos durante todo el 2025.
En una exposición para GlobalSource Partners advirtió que “es posible encontrar diversas debilidades en el ajuste fiscal proyectado” del gobierno de Javier Milei. Aunque le reconoce al Presidente tanto la “audacia” como la “obsesión” por el equilibrio fiscal y la reforma del Estado, alertó sobre las “dudas por las erogaciones por intereses” de deuda.
Se preguntó además sobre la sustentabilidad de la actual política de ajuste fiscal: “Los ajustes de gasto son débiles y no parecen realistas. Dependientes de
la determinación del Presidente y de la audacia para alcanzar las metas fiscales”, afirmó.
“La Base Monetaria aumentó de alrededor de 10 mil millones de pesos a alrededor de 23 mil millones entre enero y septiembre de 2024, a pesar de que no existió déficit fiscal alguno durante esos meses”. “El origen de ese aumento fue el pago de intereses por los pasivos remunerados del Banco Central (Leliq y pases) que se utilizaron desde 2018 hasta 2023 para esterilizar la emisión monetaria a que daban lugar los déficits fiscales”, explicó.
Para evitar la explosión de una bomba de intereses, el gobierno de Milei trasladó los pases remunerados del BCRA al Tesoro, un artificio contable que solo implica cambiar los pasivos de cajón. “Con una contabilización normal, los intereses del 2025 deberían ascender a 3,3% del PBI (la misma cifra que en 2023) y el déficit financiero no sería cercano a cero sino del orden del 2% del PBI”, subrayó Cavallo.
El presupuesto del Gobierno baja el crawling peg al 1,4% y choca con el FMI
Por otra parte, el ex ministro se preguntó como reemplazará el Gobierno lo que recaudaba por el impuesto PAIS y destacó que en el proyecto de Presupuesto presentado por MIlei, esos ingresos provienen del impuesto a los combustibles y al dióxido de carbono, como así también de la aplicación de retenciones. “Sobre esos impuestos se proyectan aumentos del 150% y 100%, respectivamente, en relación a 2024”, sostuvo.
Cavallo fue crudo con el gobierno al decir que “no está claro cómo se logrará” la refinanciación de los vencimientos de la deuda en dólares previstos para 2025. Esos compromisos suman 9.216 millones de dólares. “El gobierno no cuenta con que antes de 2026 se abra el mercado de capitales para Argentina con tasas de interés de un dígito porque no está dispuesto a eliminar completamente el cepo cambiario”, alertó.
Por eso, estimó que “en los planes del gobierno está desde un nuevo acuerdo con el FMI que al menos signifique desembolsos equivalentes a los pagos que deberán hacerse a esa institución, como ocurrió con el acuerdo que está venciendo y con swaps que podrían ser garantizados con títulos de deuda a largo plazo y, de ser necesario, con parte de las tenencias de oro del Banco Central”.
También cuestionó las proyecciones en materia de comercio exterior por su “optimismo”. “La cuestión relevante es cuánto de este superávit comercial se transformará en ingresos netos al mercado controlado por el Banco Central, teniendo en cuenta que el 20% de las exportaciones, prácticamente equivalente al superávit comercial, se liquidarán en el mercado CCL”, precisó.
Las luces amarillas que encendió serían por el choque con la posición del staff del Fondo, que pretende la eliminación del dólar blend y reclama una devaluación.
Cavallo postuló, además, que “la proyección de inflación no es realista” pero calculó que “la expansión de los agregados monetarios que impedirán que la inflación converja a tasas de inflación de entre el 1 y el 2% mensual al mismo tiempo ayudarán a que se consolide la incipiente recuperación del nivel de actividad económica que ya insinúan los indicadores de julio y agosto”.
Una de las concesiones que hizo fue que el crecimiento del PBI estimado por el gobierno es “más realista” que las que se refieren a la tasa de inflación. Al respecto, supuso que el incremento del producto estará liderado por los sectores industrial y comercial, con subas de 6,2% y 6,7%, respectivamente.