Guillermo Francos saldrá este martes al rescate de Javier Milei para que no tenga que vetar la ley de movilidad jubilatoria que podría sancionarse este jueves, en la sesión prevista en el Senado.
Con ese propósito, agendó una reunión con la vicepresidenta Victoria Villarruel y legisladores aliados en la Cámara Alta, para desactivar la aprobación del proyecto de los radicales que trae media sanción de Diputados y fue dictaminado la semana pasada con las firmas de Pablo Blanco y Martín Lousteau.
LPO corroboró que el radical Eduardo Vischi y los federales Juan Carlos Romero y Carlos “Camau” Espínola planean reclamarle al gobierno que conforme la Comisión Bicameral de Inteligencia. “Todas las bicamerales tienen que estar funcionando, no puede seguir el Senado sin comisiones porque el oficialismo no destraba Diputados”, aseguraron en un despacho aliado.
El desembarco de Francos en la Cámara Alta busca evitar el descrédito de un eventual veto presidencial ante una módica recomposición de los haberes de los jubilados. Sin embargo, los senadores más cercanos al oficialismo advierten que, a lo sumo, se puede demorar una semana más el tratamiento en recinto pero carecen de respaldo para evitar la sanción del expediente que la Cámara Baja aprobó por casi dos tercios.
Si bien el Poder Ejecutivo comunicó que la visita del ministro coordinador estaba vinculada al debate sobre el proyecto de Boleta Única de Papel, LPO supo que la principal preocupación de la Casa Rosada radica por estas horas en ganar tiempo contra la sanción de un expediente que comprometa el “resultado fiscal”.
Por eso, Francos deberá diseñar una ingeniería que contenga a los aliados, irritados por los desmanejos del Congreso. La conformación de la Bicameral de Inteligencia, que tal como reveló LPO se convirtió en un escenario más de la disputa entre Villarruel y Karina Milei, es una de las áreas donde el Jefe de Gabinete tendrá que asumir la tarea de ordenar o acelerar los trámites necesarios.
Esa labor podría llevarlo a un choque con la hermana del presidente Javier Milei, si a los aliados no les alcanzan los votos para colocar al entrerriano Edgardo Kueider al frente del cuerpo que controla los organismos de inteligencia. El oficialismo confiaba durante el fin de semana en la chance de reunir las voluntades suficientes pero, para eso, necesitaría que alguno de los seis legisladores peronistas o Martín Lousteau respalden a Kueider, algo que todavía no queda claro.
El funcionamiento de la Bicameral de Inteligencia con las nuevas autoridades está trabado porque Martín Menem no logró ordenar la composición con los representantes de la Cámara Baja. No sólo tuvo inconvenientes con opositores y aliados sino también con diputados propios, como el puntano Carlos D’Alessandro, a quien le habrían prometido incorporarse a esa comisión y luego lo desplazaron.
La pelea detonó cuando el riojano le negó una plaza a Emilio Monzó, cuyo lugar habría negociado con el propio Miguel Pichetto. Desde ese momento, la relación entre el rionegrino y Menem quedó congelada, pese a que este lunes se esperaba que ambos volvieran a verse mano a mano para acercar posiciones sobre la agenda parlamentaria.
No obstante, fuentes al tanto de la situación insinuaron que el conflicto tal vez sea irreversible. “Los libertarios están convencidos de que Emilio está conspirando con (Sergio) Massa para voltear al gobierno”, deslizaron ante LPO.
Esa lectura hace que los misteriosos tuits del usuario que se atribuye a Santiago Caputo en Twitter resulten inquietantes. “Estamos en Agosto y Emilio todavía no se retiró. El hijo de puta no tiene palabra ni para eso. Habrá que esperar al 2025”, dice el mensaje de @bprearg en la plataforma de Elon Musk.