El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, advirtió sobre la situación económicas de las clínicas. “Se están por fundir”, dijo el funcionario de Axel Kicillof y advirtió un traspaso de entre el 30 y 50% de la demanda del sector privado a los hospitales públicos.
Según Kreplak, muchas clínicas se sostenían a través del programa Fescas, un subsidio del gobierno nacional para que los propietarios paguen los salarios de los trabajadores.
Durante 2023 se giraron a las clínicas privadas $65.000 millones que sirvieron para pagar entre el 30 y el 40% del sueldo de los trabajadores. Sin embargo, el gobierno de Javier Milei cortó ese programa en diciembre pasado.
Ahora, las clínicas quedaron desprotegidas: sin sustento del gobierno nacional y con las prepagas pagando prestaciones a cuatro meses. A eso se suma la disparada inflacionaria de este año y la necesidad de recomponer salarios.
El ministro no dejó pasar la posibilidad de cuestionar a las clínicas por el conflicto que mantienen con IOMA, la obra social del Estado bonaerense. “Algunas clínicas dicen ‘IOMA no me paga’, pero no dicen que tenían ese apoyo del Estado y se lo sacaron. Entonces le piden a IOMA lo que pagaban, más el 40% que pagaba antes el Gobierno nacional”, dijo Kreplak.
En medio de la crisis de IOMA, Kicillof estará en el congreso de Salud de Mar del Plata
“Muchas clínicas están en convocatoria de acreedores. Trasladan a los financiadores la complejidad, pero no tienen un aumento de los sueldos del 200%”, agregó al diario La Capital.
Desde la Federación de Clínicas de la provincia (Fecliba) aclaran que se vienen haciendo varios reclamos en el gobierno nacional por la situación de los sanatorios. “Enviamos notas al ministerio de Capital Humano y a la secretaría de Trabajo en donde pusimos en alerta lo que significa la caída del Fescas”, dijo a LPO Néstor Porrás, presidente de Fecliba.
También piden la restitución del decreto 478/2023 que eximía a los establecimiento de salud al pago de las contribuciones patronales. El decreto estuvo vigente desde el 1° de septiembre de 2023 hasta el 31 de marzo de 2024 y el nuevo gobierno no lo continuó.
Otro beneficio que piden reestablecer para sostener la actividad es la reducción de las alícuotas del impuesto sobre los créditos y débitos bancarios. Más allá de esa discrepancia, Porrás coincide con el complejo diagnóstico de Kreplak sobre la situación general de las clínicas. “Estamos en una situación muy complicada. Compartimos que las clínicas están al límite”, dijo.
Semanas atrás, dirigentes de Fecliba del sur de la provincia alertaban por la situación de las clínicas. Rubén Matoso dijo en declaraciones a La Brújula 24 que había “riesgo de cierres” de establecimientos. “Está muy complicado, estamos conscientes de que el personal necesita aumento, pero se hace imposible frente a este ajuste”, planteó.
Matoso remarcó los problemas con los aumentos de insumos, medicamentos y descartables. “Es imposible hacer frente a tantas erogaciones que tienen los hospitales”, dijo.
Kreplak llegó a Mar del Plata para encabezar el Congreso Provincial de Salud. En esa ciudad la crisis de IOMA tuvo un impacto mayor que en otras ciudades. A mediados de enero tres de las principales clínicas que atienden en la ciudad suspendieron las prestaciones y la furia de los usuarios estalló en medio del verano. Incluso hubo incidente en la sede del organismo de esa ciudad.
Kreplak agregó que existe un alto porcentaje de traspaso de pacientes del sector privado al público. “En los precongresos intercambiamos conocimientos con todos los equipos de salud de la provincia. Todos ven un aumento de la demanda. Hay de un 30 a un 50% de la demanda en el sector público. Mucha gente que tenía obra social ya no la tiene o le cobran un copago para poder atenderse en el sector privado”, dijo el ministro.