El diputado radical Pablo Juliano acusó a los 29 correligioarios que no dieron quórum de “tener miedo”, luego de que no bajaran al recinto para el tratamiento de una nueva fórmula jubilatoria. “La UCR no debió tener miedo y debió bajar a recinto”, dijo a LPO el legislador nechochense, identificado con Facundo Manes.
Sin embargo, el temor no habría sido la única causa de la ausencia de los diputados que responden a Rodrigo De Loredo, que se alzaron con un premio. El gobierno autorizó a Martín Menem a reconocerle el mérito a la UCR otorgándole la presidencia de la Comisión de Previsión y Seguridad Social a Gabriela Brouwer de Koning, pero la nota formal no llegó antes que iniciar la reunión constitutiva y todo terminó en escándalo.
Primero, se pasó a un cuarto intermedio de 10 minutos, acaso esperando que llegara el papel con el nombramiento. La demora se extendió y la impaciencia de los opositores se expandió: “hay un acuerdo de no dar quórum para darle esta presidencia a la UCR”, denunció Germán Martínez, jefe de la bancada de Unión por la Patria (UxP).
Como la designación formal no llegaba, el oficialismo apeló a estirar el cuarto intermedio hasta el jueves por la mañana. Así, ni siquiera se concretó el objetivo de los radicales que promovían la conformación de la comisión sin que hubiera sesión.
El saldo de la jornada terminó evidenciando que de los 34 miembros del bloque, solo 5 se sentaron a sus bancas y faltaron 10 para que se lograra el quórum y hubiera sesión. Fuentes parlamentarias consultadas por este medio explicaron que era casi imposible que los impulsores del expediente, elaborado por los diputados de la Coalición Cívica, lograran los dos tercios de los presentes para obtener la media sanción.
No obstante, Juliano sostuvo que el objetivo era “emplazar la comisión”, lo que en la jerga parlamentaria significa fijarle un período de tiempo máximo para que saque el dictamen y la Cámara vote el proyecto. La especulación extendida entre opositores aliados y duros es que el propósito de Milei, con la sesión caída, es licuar las jubilaciones con inflación hasta mitad de año y, recién entonces, aplicar una nueva fórmula.
Al respecto, un legislador reseñaba en los pasillos del Congreso que “en la ley ómnibus no había fórmula jublatoria y el oficialismo no la tiene”.
Por eso, los cinco radicales que este miércoles bajaron a recinto se oponían a la compensación que contraofertaban los seguidores de Rodrigo De Loredo, cuando los de Manes planteaban el acompañamiento al proyecto de los lilitos. “Nos decían que vayamos un grupo grande de diputados a la comisión y nosotros no somos patoteros, tenemos representantes por una cantidad definida proporcionalmente en base al tamaño del bloque”, decían desde el entorno del neurocirujano.
Cada vez más doblado, el bloque de la UCR en la Cámara de Diputados atraviesa una crisis que les impide, incluso, cumplir con el último comunicado del Comité Nacional y la Convención. Las autoridades partidarias asentaron por escrito que los diputados y los senadores deben generar “una recomposición de las jubilaciones”. “No sé por qué los diputados de Evolución, que responden a Martín Lousteau, no bajaron a recinto”, se quejaban al lado de Manes.