El gobierno nacional pretende que el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, les consiga el voto de la senadora Sandra Mendoza, por ahora bajo la conducción del peronista Juan Manzur. En el entorno de esta senadora confirmaron a LPO que las presiones que enfrenta para que vote la ley ómnibus “son casi insoportables”.
Mendoza es esposa de José Orellana, uno de los dos excéntricos mellizos que se alternan en el gobierno del municipio de Famaillá desde siempre. “La verdad que después de cinco meses de gobierno lograron sacar una media victoria en Diputados y en el Senado, si el gobierno tiene las mismas amabilidades con los senadores en los que no tiene certezas, puede llegar a ese número mágico”, dijo Orellana esta semana.
Se desconocen cuáles son las “amabilidades” que está esperando Orellana, pero su declaración abrió enormes interrogantes sobre el verdadero juego de Manzur, que alterna peleas y acuerdos con Jaldo muy difíciles de seguir hasta para los propios peronistas tucumano. “Puede ser que Manzur negocie con el gobierno y Jaldo que él vota en contra y manda a Sandra Mendoza a votar a favor”, afirmó a LPO un experimentado senador.
Mendoza tuvo un breve momento de fama cuando habló en el recinto de la “espada de Domacle”.
Como sea, no es la única operación que puso en marcha la Casa Rosada, que ya empezó a trabajar los votos del Senado, sin darle participación a la vicepresidente, Victoria Villarruel, que otra vez quedó enojada.
La Casa Rosada también entró en contacto con el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, para que aporte el voto de la senadora Mónica Silva. También busca que el santacruceño Claudio Vidal consiga al menos uno de sus dos senadores: José María Carambia y Natalia Gadano. Como reveló LPO, la pelea de uno y otro lado es por unos cuatro senadores.
El gobierno tiene sus recursos para sumar votos. Este año la provincia de Río Negro deberá empezara pagar una deuda en dólares y, como necesita el aval del Palacio de Hacienda para acceder a esas divisas, esto puede ser un factor determinante para que el gobernador Weretilneck instruya a Silva para que vote la ley. Sin embargo, en el entorno del rionegrino afirmaron a LPO que no está asegurado que el Poder Ejecutivo tenga la voluntad de aliviar la carga financiera de la provincia. O sea, digamos, hay negociación en marcha.
Cerca de la senadora, reconocieron a LPO que la definición de Weretilneck será determinante pero advirtieron que los problemas en la provincia por el ajuste del gobierno de Milei “no paran”.
Este viernes, Silva tuvo que atender a trabajadores del Correo en Choele-Choel cuyas sucursales el gobierno nacional decidió cerrar. “Todo se está poniendo difícil y al oficialismo le está costando conseguir los votos”, deslizaron cerca suyo en referencia a la suspensión del plenario de comisiones porque los libertarios no conseguían las firmas para el dictamen.
Ante ese escenario, el gobierno teme que se reproduzca el escenario del DNU, que en la Cámara Alta fue rechazado con 42 voluntades en contra.
Por eso, el gobierno intenta que el apoyo blindado a la administración del tucumano Jaldo se traduzca en el voto positivo de Sandra Mendoza, pero en su entorno afirmaron a LPO que no romperá la disciplina del bloque y votará en contra al momento del análisis en general de la ley.
Si Mendoza cumple lo que filtran sus voceros, el gobierno no tiene mucho más para hacer en el bloque de Unión por la Patria, que mantendría así sus 33 senadores firmes para el rechazo en general, un piso alto que lo acerca de forma amenazante a las 37 bancas necesarias para voltear el proyecto.
“Tanto Manzur como Sandra no llegaron al Senado por Jaldo o por un armado en que haya tomado decisiones el gobernador, sino que accedieron a su lugar enfrentándolo en la interna de 2021. Esa es la diferencia central con los tres diputados que rompieron con Unión por la Patria y son leales a Jaldo”, explicaron en el bloque peronista del Senado.
“Manzur busca ser referencia nacional del peronismo y es uno de los vices del PJ a nivel nacional y presidente a nivel local, no pareciera que vaya a traicionar a ese espacio”, agregaron. Pero habría que poner atención al condicional. Con Manzur nunca se sabe.
Orellana, esposo de la senadora y hombre de Manzur, volvió a abrir la puerta para que Mendoza vote con el Gobierno: “la pertenencia al bloque es sagrada, porque siempre uno ha tenido esa disciplina, pero también está el valor superior de la patria chica que es Tucumán y el gobernador necesita algún aporte en particular”. “Hay una votación en general y si le dan el sí, pasa al debate en particular, donde Tucumán tiene moratoria, blanqueo y el impuesto a la ganancia que garantizará la paz social en Tucumán”, completó.
El caso de los santacruceños Carambia y Gadano es tal vez más enigmático. Cuando la segunda versión de la ley se debatió en Diputados, los legisladores Sergio Acevedo y José Garrido alternaron abstenciones y votos afirmativos en atención a un entendimiento que salvó de la privatización total a la empresa Yacimientos Carboníferos Río Turbio.
Desde el despacho de Gadano explicaron a LPO que los dos senadores “están estudiando a fondo ambas iniciativas”, en alusión al paquete fiscal y la ley ómnibus. “El voto no está definido”, contestaron.
La distinción de los miembros del bloque Por Santa Cruz es que acusan una pertenencia ideológica distinta a la del gobernador, aunque llegaron al Senado con sus nombres en la lista de Claudio Vidal.
Carambia fue intendente de Las Heras en representación del PRO pero se alejó del macrismo en 2018 y, como informó LPO, empezó a acercarse a Daniel Peralta. Gadano, por su parte, también acredita cercanía al partido que fundara Mauricio Macri: su hermana Melina está casada con Alex Campbell, ex funcionario bonaerense de María Eugenia Vidal.