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Mélenchon, el líder antisistema que admira a Cristina y puede gobernar Francia

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Jean Luc Mélenchon fue el otro gran ganador de la elección legislativa en Francia que se definirá en la segunda vuelta del 7 de julio. El líder de la Francia Insumisa es la cara del Nuevo Frente Popular que se conformó de apuro luego de la decisión de Emmanuel Macron de adelantar los comicios. Nuclea a toda la izquierda y quedó a dos puntos del partido de Marine Le Pen. 

Los medios franceses titularon por el lado de la polarización y el triunfo de de los extremos a punto tal que Le Figaro calificó la elección como “una tragedia para Francia”.

Melenchon tiene un vínculo muy cercano con Cristina Kirchner. En 2019 lo recibió en el Instituto Patria, publicó un tuit con fuertes críticas al FMI y afirmó que Macron y Macri eran “dos monarcas presidentes”. “Con @CFKArgentina, ex presidente de Argentina, candidata a la vicepresidencia. El FMI de C. Lagarde prestó a su país en 3 años 5 veces más que durante todo el resto de su historia sin ningún voto del Parlamento. Macri, Macron: dos monarcas presidenciales. Mismo riesgo”, tuiteó entonces.

Francia se polariza: Le Pen y la izquierda van a un ballotage, fuerte derrota de Macron

“Tienen una relación política hace varios años. La relación es cordial y positiva”, dijeron a LPO fuentes cercanas a la ex presidenta que justo ayer hizo mención a la política francesa en su entrevista con Pedro Rosemblat donde dijo que Milei es más parecido a Macron que a Marine Le Pen, a la que definió como nacionalista.

El líder de izquierda francesa también tiene vínculos muy estrechos con el Grupo de Puebla, este espacio conformado por diversos ex presidentes latinoamericanos y ha puesto su firma en diversas declaraciones que han acompañado la mayoría de los líderes de centroizquierda regionales y europeos. El arquitecto del nexo con América Latina es Christian Rodríguez, un chileno radicado en Francia que maneja las relaciones exteriores del partido.

Tienen una relación política hace varios años. La relación es cordial y positiva

Sin embargo, en 2022 Mélenchon destrozó a Alberto Fernández y lo puso como ejemplo de lo que no tienen que hacer las fuerzas progresistas a nivel mundial donde lanzó: “¿Continuamos como hasta ahora o vamos detrás de alguien que no asusta a nadie? Eso da resultados como Alberto Fernández y otros dirigentes”.

“Son moderados que no solucionan nada porque una vez que llegan al poder se asustan y se dedican a consensuar y a ceder sobre lo esencial: la relación que hay que tener con la naturaleza, eso lleva a la radicalización y es esa radicalización lo que conduce al anticapitalismo”, planteó en el debate público organizado por la televisión francesa.

El Nuevo Frente Popular que puede acceder al gobierno es una alianza amplia de izquierda que se conformó la noche misma hace tres semanas cuando Macron anunció la disolución de la Asamblea. Su conformación va desde el Partido Socialista, Francois Hollande (es candidato a diputado por este frente en su circunscripción), el Partido Verde (ecologistas), el Partido Comunista, La Francia Insumisa de Mélenchon y algunos sectores mucho más pequeños de la izquierda independiente y trosquista. 

Jean Luc Melenchon con Cristina en 2019, en el Instituto Patria.

Para entender esta conformación y el liderazgo que en tiene la Francia Insumisa hay una serie de puntos a tener en cuenta: Cuando Macron gana su primera presidencia lo hace con un nuevo partido después de haber sido ministro del gobierno socialista de Hollande. Esa ruptura generó un desmembramiento del PS dado que una parte sustancial de sus cuadros migraron al macronismo.

Para entender esta conformación y el liderazgo que en tiene la Francia Insumisa hay una serie de puntos a tener en cuenta: Cuando Macron gana su primera presidencia lo hace con un nuevo partido, después de haber sido ministro del gobierno socialista de Hollande, esa ruptura generó un desmembramiento del PS dado que una parte sustancial de sus cuadros migraron al macronismo y el PS hizo una muy mala elección presidencial y legislativa en 2017.

El lugar de la izquierda fue ocupado por la emergencia del partido encabezado por Melenchon que fue tercera fuerza. Sin embargo, el macronismo adoptó un programa fundamentalmente liberal y en su segunda elección presidencial terminó de fracturar al partido Los Republicanos (que agrupa una alianza de distintos grupos de derecha) y una parte importante de este partido apeló la relección de Macron, fundamentalmente la línea más cercana al ex presidente Nicolás Sarkozy. 

Este proceso parió una nueva configuración política que quedó dividida en tres bloques principales: Macronistas; Agrupamiento Nacional de Le Pen y NUPES (izquierdas)”. 

El avance de la agenda de la extrema derecha con temas vinculados a la identidad nacional y la crisis migratoria obligó al macronismo a competir para tratar de recuperar electores del lepenismo. De esta manera el oficialismo profundizó el debate de temas identitarios, migratorios y de inmigración, acusando a las izquierdas de pro migrantes, o calificando a algunos de sus principales figuras de “islamo-izquierdistas”. 

En ese marco y sin mayoría absoluta en la asamblea Macron gobernó en alianza con los sectores captados de los republicanos y otros centristas pero llegó incluso a votar una ley de inmigración nueva con votos oficialistas, conservadores y de la extrema derecha.

El periodista especializado en Francia, Heber Ostroviesky explicó a LPO que “a partir del estallido de la guerra en Ucrania y los atentados de Hamas una fractura se profundizó en la NUPES dado que algunas figuras de los Insumisos no caracterizaron desde el primer momento de la misma forma que el resto de la izquierda ni la invasión a Ucrania ni los actos terroristas de Hamas así como la reacción de Israel a los atentados”.

“Esas diferencias fueron rápidamente explotadas por el Macronismo para acusar a LFI de posturas extremistas e incluso en los últimos meses instalar que este sector tendría posturas antisemitas”, agregó.

Ostroviesky considera que “a partir de estas diferencias y, además, de lecturas diferentes sobre la estrategia política, la Nupes fue separada a las elecciones europeas hace tres semanas. Sin embargo, frente a la disolución de la Asamblea de Macron, rápidamente reconstituyeron la alianza de cara a las actuales elecciones legislativas, algo que Macron seguramente no esperaba que sucediera”.

El académico detalla que “el programa político del Nuevo Frente Popular es un programa que podríamos caracterizar como reformista. Las principales medidas incluyen, aumento del salario mínimo, dar marcha atrás con la reforma jubilatoria de Macron que extendió los años de aportes y la edad mínima para jubilarse, abortar la reforma de los seguros de desempleo que impulsa Macron y de la seguridad social, reinvertir en educación, salud y servicios públicos”. 

El programa político del Nuevo Frente Popular es un programa que podríamos caracterizar como reformista. Las principales medidas incluyen, aumento del salario mínimo, dar marcha atrás con la reforma jubilatoria de Macron que extendió los años de aportes y la edad mínima para jubilarse, abortar la reforma de los seguros de desempleo que impulsa Macron y de la seguridad social, reinvertir en educación, salud y servicios públicos

Además, continúa, “buscará apuntar a un relanzamiento del aparato productivo francés con una cierta visión ecologista que incluya redistribución de la riqueza pero con una mirada sobre nuevas fuentes de riqueza que no generen un impacto ambiental desbocado”.

Francois Hollande, ex presidente y candidato diputado.

El periodista plantea que “en esa alianza el partido claramente más poderoso en términos de votos es el de Melenchon, y eso conduce a que Macron intenten instalar la idea de dos extremos: La extrema derecha de Le Pen y la extrema izquierda de Melenchon, con la expectativa de poder formar gobierno con los sectores más moderados de la alianza de izquierdas”. “Sin embargo, la confirmación del Nuevo Frente Popular hace tres semanas fue un golpe a esa estrategia”, completa. 

Para Ostroviesky,  “el escenario está abierto y, si bien la mayoría de los candidatos del NFP son Insumisos, hay también muchos socialistas, ecologistas y algunos comunistas. En caso, como todo hace prever, que está alianza de izquierda no alcance la mayoría”. 

El escenario está abierto y, si bien la mayoría de los candidatos del NFP son Insumisos, hay también muchos socialistas, ecologistas y algunos comunistas. En caso, como todo hace prever, que está alianza de izquierda no alcance la mayoría

“Macron podría conservar cierta esperanza de diseñar un gobierno de coalición nacional, pero dados los resultados de la primera vuelta y la pésima eleccion de los candidatos macronistas el escenario para ser de confrontación entre el NFP y el agrupamiento Nacional de Le Pen”, apuntó. 

Con este cuadro, es un interrogante lo que harán los candidatos y sobre todo los electores del macronismo y la derecha centrista en las numerosas circunscripciones donde compiten en segunda vuelta candidatos lepenistas y del NFP. En este punto la postura es muy ambigua por el momento.

 Algo se rompió en el corazón de Europa

Por otro lado, Ostroviesky destaca que “hay un punto importante al interior del partido de Melenchon: este partido ha sufrido internas fuertes los últimos dos años. Por una parte en relación al liderazgo de Melenchon que distintos sectores internos proponen renovar”. 

“Y segundo, y tal vez más importante en relación a la estrategia política. Esta divergencia podría resumirse rápidamente de la siguiente manera: para una linea de LFI, que está mas cerca de Melenchon, la izquierda debe ir a buscar los votos que le faltan para llegar al gobierno en los suburbios que rodean a las grandes ciudades, en el electorado joven y en buena parte descendientes de migraciones más recientes”, enfatiza. 

Por último, Heber Ostroviesky resalta al figura de Francois Ruffin, una figura emergente de la sociedad civil hace siete años y menos ligada a los partidos tradicionales que puede ser importante para “disputar votos en las pequeñas y medianas ciudades antiguamente industrializadas y en los sectores rurales y semirurales con el lepenismo y recuperar los votantes que migraron de la izquierda a la extrema derecha”. 

“Si bien estas estrategias podrían ser complementarias y no excluyentes han generado muchos cortocircuitos internos y por esta razón la izquierda no llega en las mejores condiciones a las elecciones actuales”, finalizó.

Con este panorama, Jean Luc Melenchon apuesta dar el zarpazo en la segunda vuelta de julio y sumar todos los votos del macronismo que le permitan frenar a la ultraderecha y abrir un ciclo nuevo en la política francesa cargado de temores e incertidumbre. 

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