Javier Milei sentó a Victoria Villarruel este miércoles en Casa Rosada para recibir a los jefes de las bancadas aliadas en el Senado, bajo el propósito de ajustar la agenda legislativa en la Cámara Alta. Para hacerlo, el primer mandatario excluyó de la reunión a su hermana Karina, la secretaria general de la Presidencia, luego de la brutal escalada de la tensión entre ambas.
El eje de la cita, más allá de la extensa exposición de Milei sobre el rumbo económico, era encontrar la manera de evitar otra vez que los senadores voltearan el DNU que amplió los fondos reservados de la SIDE, a pedido de Santiago Caputo.
Entre los invitados se contaban el libertario Ezequiel Atauche, el radical Eduardo Vischi, el salteño Juan Carlos Romero, el cordobés Luis Juez y el correntino Carlos “Camau” Espínola, pero también habrían sido convidados Lucila Crexell y Edgrado Kueider aunque no acreditaran jefatura. Como anfitriones, además de Milei y Villarruel, estuvieron el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán.
Uno de los funcionarios al tanto de la charla comentó a LPO que Francos apenas habló, al igual que la Vicepresidenta, pero Bullrich manejó la conversación. De hecho, el propio Milei la elogió delante de su ministro coordinador y Villarruel: “Patricia está acá por su trayectoria política”, dicen que la empoderó.
Por lo demás, fue en ese encuentro que surgió la idea de convocar a una sesión secreta para que se presenten Bullrich, su par de Defensa, Luis Petri, y el titular de la SIDE, Sergio Neiffert, para explicar ante los senadores el sentido del decreto que ampliaba los fondos reservados. Como el reglamento indica que esa jugada demanda una nota del Poder Ejecutivo a la Presidencia de la Cámara Alta, Francos remitió por la tarde su misiva a Villarruel pero en la reunión de labor parlamentaria, según trascendió, el peronismo resistía la maniobra.
Fuentes parlamentarias aseguraron que el oficialismo intentó el trámite con el apoyo de los que tuvieron su foto con el Jefe de Estado este mediodía pero Unión por la Patria advirtió que, si promovían esa sesión, harían una conferencia de prensa inmediatamente después.
Por definición, el gobierno buscaba de ese modo evitar la exposición pública de los argumentos que animaron el DNU y generar una instancia que sirviera para ganar el respaldo de los aliados. El oficialismo sueña con recuperar esa mayoría de 39 legisladores contra 33 que tejió en diciembre pasado Romero para la primera sesión bajo el mandato de Villarruel.
Al cierre de este artículo, el temario de la sesión ordinaria prevista para este jueves por el oficialismo incluía solamente el tratamiento de Boleta Única de Papel, un expediente en el que habían aparecido resistencias de los radicales que responden a Gustavo Valdés, y Financiamiento Universitario, un proyecto impulsado por la UCR pero que también fue objeto de tironeos y negociaciones.
La confusión era tan grande que hasta en un despacho aliado admitieron: “Hay tres senadores de la UCR llamando a otros para bajar la sesión y que no se trate el presupuesto universitario”. En el bloque de Vischi, un legislador desmintió tajantemente la información pero otro la validó.
Como sea, en Balcarce 50 pretendían que Milei llegara el domingo próximo al Congreso sin derrotas catastróficas que estropearan su aparición pero no habrían logrado que se declinara la entente del peronismo y la UCR para aprobar el incremento de recursos para el sistema público de educación superior. “No tenemos expectativas positivas con financiamiento a universidades pero la ratificación del veto en Diputados y que no se caiga el DNU de la SIDE ya es un montón”, reflexionaban al final de la tarde en Casa Rosada.
