Javier Milei no definió quién sería su candidato para cubrir el cargo de Procurador General de la Nación y se inclina porque siga en manos de Eduardo Casal.
Casal ocupa la Procuración de forma interina desde 2017, cuando Alejandra Gils Carbó fue desplazada por impulso de Mauricio Macri. El Frente de Todos no tuvo síntesis durante el mandato de Alberto Fernández para conseguir los dos tercios para Daniel Rafecas.
Milei busca un perfil técnico para adecuar la reforma de la justicia con la implementación del sistema acusatorio, que delega en los fiscales la conducción de las investigaciones penales. Eso convertiría además al del Procurador en uno de los cargos más poderosos del país.
Los nombres que suenan para ocupar el sillón más importante por debajo de la Corte Suprema son los del titular del Ministerio Público Fiscal porteño, Juan Bautista Mahiques, el presidente de la Cámara de Casación Penal, Mariano Borinsky, y el camarista de Comodoro Rivadavia Javier Leal de Ibarra.
Como informó LPO, ninguna de esas tres cartas reúne con facilidad los votos del peronismo, cuya bancada cuenta con 33 senadores en la Cámara Alta. Ante la consulta de este medio, fuentes del interbloque conducido por José Mayans optaron por el silencio.
Entre los bloques aliados tampoco se filtra información acerca de las chances que acreditaría cualquiera de los hombres del Poder Judicial que pensó el Presidente.
La definición del procurador también se lee en pasillos judiciales en tándem con la designación de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla que promueve el primer mandatario.
Así como se dijo que la propuesta del magistrado había sido pergeñada por el rafaelino Ricardo Lorenzetti, la lectura de fuentes al tanto de la situación sugieren sobre la suerte de Leal de Ibarra va en el mismo sentido: “fue el capo de la dirección de escuchas de la mano de Lorenzetti”, acotan.
Mahiques es señalado como el letrado con más probabilidades, según los que siguen de cerca las intrigas del Poder Judicial. Desde el entorno del presidente de la Asociación Internacional de Fiscales, negaron a LPO que fuera candidato a pesar de los rumores.
De hecho, este medio quiso saber si la suspensión de compromisos que tenía fuera del país como jefe a nivel mundial de los fiscales se debía a su intención de empezar a juntar los votos necesarios pero la respuesta fue que “solo canceló un viaje pero porque no le tocaba presidir la sesión”, y aclararon que retomaría “su agenda internacional en las próximas semanas”.
El destino de Mahiques, no obstante, parece cuesta arriba en una cámara donde deberá cosechar el respaldo de un sector del kirchnerismo. La coincidencia sobre su origen mercedino con la del senador Eduardo “Wado” De Pedro es motivo de múltiples especulaciones, pero talla más fuerte la interpretación sobre la bronca de Cristina Kirchner contra Mahiques por haber sido representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura durante el gobierno de Mauricio Macri y subsecretario de Asuntos Penitenciarios cuando se filtraban escuchas telefónicas suyas.
La desconfianza del cristinismo pesa sobre todo en la familia de Mahiques: su hermano Ignacio motorizó el juicio de Vialidad cuando era fiscal ad hoc de Gerardo Pollicita. El padre, Carlos, llegó a camarista por impulso del macrismo.
Borinsky, por su parte, parece haberse dedicado a aceitar el vínculo con el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. En Casación se comenta que fue invitado el próximo 6 de mayo a la Comisión Interinstitucional para presentar el Código Procesal Penal en Rosario, mientras trabaja en el Código Acusatorio en la Comisión de Reforma del Código Penal, y hasta deslizan que oficia de enlace con el GAFI “para que Argentina salga bien parada”.