El gobierno no se pone de acuerdo respecto al sistema monetario que impulsara cuando comience a levantar gradualmente las restricciones cambiarias. Según lo acordado con el FMI el proceso para desmantelar el cepo debería comenzar en abril.
En el capítulo “Refinamiento del marco y las operaciones de la política monetaria” Argentina se compromete a tener aprontado previo a la octava revisión del acuerdo prevista para fin de abril, un esquema monetario anclado con objetivos de mediano plazo claros y bien comunicados, consistentes con la estabilidad de precios. Pero sin los fondos necesarios para levantar el cepo, el gobierno discute alternativas graduales.
LPO anticipó que la falta de conocimiento de políticas monetarias y tributarias de Caputo es un problema para la etapa que viene. EL FMI acepta y hasta sugiere un desmonte progresivo de las restriciones cambiarias como dejó en claro el chileno Rodrigo Valdés, en su paso por Buenos Aires.
Pero el gobierno no logra definir aún el nuevo esquema monetario que intentará instrumentar. La muestra de ese debate es la reciente circular del Banco Central que prohibe el giro de dividendos a los bancos comerciales. “Como no hay divisas suficientes para que los bancos giren utilidades a sus casas matrices el BCRA le impide los giros”, precisó a LPO una fuente del sector financiero.
El ministro de Economía piensa en “un dólar a la Hong Kong”como definió a LPO una fuente desde Wall Street que agregó “técnicamente denominado Currency Board”.
En rigor se trata de una variante del sistema de tipos de cambio fijos en el que existe paridad entre la moneda débil y una divisa “fuerte, como por ejemplo el dólar. La diferencia con la convertibilidad original, es que no se predetermina cual es la divisa fuerte, sino que surge de la relación entre oferta y demanda en una compulsa entre distintas monedas que componen una canasta”.
Lo particular del caso Hong Kong, es que el arbitraje en la compulsa de monedas, está concedida a 3 Bancos Comerciales: HSBC, Bank of China y Standard Chartered. El HSBC es el que concentra el 60 % del señoriaje. Con esta hoja de ruta, Caputo habla de una neoconvertibilidad y promete que “la estabilidad llego para quedarse”.
Lo que pasa es que según afirmaron a LPO fuentes al tanto del debate, Milei resiste a esta idea. Según el Presidente el afirmar que señoreaje del Banco Central una estafa, que le que costó a la Argentina el 25 % de su PBI desde el inicio del kirchnerismo. Milei sostiene que de esa cifra el 12% del total corresponde al gobierno de Alberto Fernandez.
Como sea, en Hong Kong hay reservas en dólares norteamericanos suficientes como para cubrir cuatro bases monetarias y una persona puede tener 3 billetes de 20 dólares de Hong Kong emitidos por distintos bancos comerciales. “La alternativa que propone Milei se conoce como dolarización sintética”, indicó a LPO la fuente consultada.
La idea de la dolarización sintética a la que aluden en Wall Street coincide con el plan que esbozó el Presidente durante su presentación en el Foro Económico que organizó José Luis Manzano este martes.
La dolarización sintética es un esquema intermedio entre la dolarización plena y la flotación cambiaria donde conviven el peso, el dólar y otras divisas donde el precio resulta de la competencia de monedas, pero con un detalle fundamental: el Banco Central deja de emitir pesos por cualquier concepto, no sólo para financiar al Tesoro como ocurre actualmente.
Pero la dolarización sintética que tiene en mente Milei choca contra los pasivos remunerados que suman $32 billones más intereses acumulados por $2 billones mensuales. Resulta inviable sin ensanchar la base monetaria.
El rol del BCRA es fundamental para la viabilidad de estos planes en danza. La clave es que el gobierno nacional no puede prescindir de la administración de las divisas provenientes del comercio exterior. Necesita al BCRA para administrar importaciones y que alcancen para cumplir con los compromisos en dólares. “No podrían exonerar a los privados de liquidar las divisas ante la autoridad monetaria”, subrayó a LPO la fuente consultada.
En lo que si coinciden Caputo y Milei es que a ninguno los convence la posibilidad de permitir la flotación del tipo de cambio. Curiosamente esta última es la que recomienda el FMI y que por las debilidades macroeconómicas y la falta de reservas, podría ser la que se termine imponiendo.
“Al Staff no le cierra la indefinición del régimen monetario: dolarización sintética, neoconvertibilidad o tipo de cambio flexible de preferencia del Organismo. Eso hoy esta complicando las negociaciones. A la reunión de Primavera, Caputo tiene que llegar una definición concreta sobre este tema”, afirmó a LPO un economista con varias negociaciones con el Fondo en la espalda.
El diálogo entre el FMI y el gobierno es cotidiano. Esto no quiere decir que se pongan de acuerdo. Fuentes que siguen de cerca las negociaciones afirman que son bajas las chances de que el Fondo desembolse de un saque los USD 10.000 millones que quiere el gobierno para instaurar una dolarización. Un dato que aporta en este sentido fue que ningún funcionario de primera línea del gobierno nacional asistió a la exposición en Buenos Aires de Rodrigo Valdés número tres del FMI, detrás de Georgieva y Gopinath y titular del caso argentino.