El giro conservador de la Cancillería es un hecho. Como reveló en exclusivo LPO, Karina Milei y Santiago Caputo designaron a una suerte de interventora a la abogada Úrsula Basset, una académica experta en Familia y es quien personifica el giro conservador contra la Agenda 2030 y es quien baja la línea para los embajadores y diplomáticos argentinos.
Según altas fuentes diplomáticas, Basset desplazó a Federico Barttfeld como Jefe de Gabinete y ahora es la que hace las instrucciones multilaterales en ONU, OEA y Ginebra.
En ese sentido, como adelantó este medio, esta instrucción ahora se trasladó a la embajadora argentina en la OEA, Sonia Cavallo, a la que le prohibieron utilizar términos vinculados al colectivo LGTB, el feminismo o cuestiones ambientales. Lo mismo correrá para la próxima intervención argentina en la ONU.
Cavallo tuvo que cumplir a raja tabla las directivas de este nuevo mandato en la reunión del Consejo Permanente de la OEA en donde se debatió la crisis en Haití, un país que sufrió un magnicidio y tiene buena parte de 2021 y está tomado por grupos pandilleros y mafiosos.
En esta discusión, la embajadora argentina pidió sacar del documento toda la referencia a la violencia sexual que sufren las mujeres en este país caribeño, uno de los flagelos más importantes. Esto generó un marcado enojo de las delegaciones de Estados Unidos y México que remarcaron la importancia que esa referencia se mantenga en el documento.
El rechazo de Milei a la Agenda 2030 también paraliza al INTI
Una fuente al tanto de la situación afirmó a LPO que “Argentina está cambiando toda su posición histórica y yendo en contra de la propia normativa interna en las resoluciones en la OEA”.
“Logramos unir a México y usa en la OEA, un milagro de navidad. Estaban como locos contra Argentina”, agregó esta fuente.
Cavallo insistió en hacer sugerencias para que se elimine todo lo relativo al género, temas vinculados con la comunidad LGBT y cualquier tipo de formas de violencia de género. “Son todas cuestiones que son mandatos legales en nuestro propio ordenamiento jurídico interno”, explican.
La postura anti-Agenda 2030 complica la actividad diaria de las embajadas y empieza a generar recelo en organismos internacionales como la ONU. El Alto Comisionado de la ONU, Volker Turk, lanzó duros cuestionamientos a la denuncia contra periodistas, el cierre del Ministerio de la Mujer y las restricciones de Cancillería a la Agenda 2030.