La diputada sanjuanina Nancy Martínez Picón, miembro del bloque Producción y Trabajo, anunció que votará contra el veto de Javier Milei a las universidades y golpeó en la línea de flotación al gobierno.
A poco de iniciada la sesión, la legisladora sorprendió al oficialismo en el recinto. “Creemos que la educación es esencial para el desarrollo de la Nación”, dijo, y aunque concedió que “hay que hacer un ajuste” sostuvo: “el ajuste no podemos hacerlo con la educación. Podemos hacerlo con cualquier otro sector, pero no con la educación que es el futuro del país”.
Ratificar el veto es una opción que Marcelo Orrego no consideraba: “San Juan es la tierra de Sarmiento y la educación publica. Votar en favor del veto era una locura y hacerle el juego al peronismo para que critique gratis”, explicó una fuente provincial a LPO.
Orrego ya le había anticipado al gobierno que está vez no acompañaría el oficialismo como hizo en otras oportunidades.
Martínez Picón expresó además que su bloque “siempre va a defender la universidad”, y exclamó: “¡El voto de San Juan va a ser a favor de las universidades y de la educación pública!”.
Los libertarios computaban su voto, al igual que el de su compañera de bancada, María de los Ángeles Moreno, como respaldo para llegar al tercio que frenara la insistencia de la oposición. Sin embargo, Orrego habría tomado distancia pese a las presiones de la Casa Rosada y habilitó a sus legisladoras a votarle en contra.
En un despacho macrista se agarraban la cabeza porque calculaban que alcanzaban los 86 votos necesarios para blindar el veto, contando el apoyo de Picón Martínez y Moreno. “Teníamos 86 con ellas dos, ahora tenemos 84”, se lamentaban.
Por otra parte, se rumoreaba en los pasillos del Congreso que los tres misioneros que responden a Carlos Rovira y Hugo Passalacqua se repartirían responsabilidades a la hora de votar: Yamila Ruiz defendería el veto, Carlos Fernández se plegaría a la oposición y Daniel Vancsik se abstendría.
Las abstenciones y las inasistencias serán claves este miércoles porque bajan el piso necesario para que el gobierno alcance un tercio de votos válidos sobre los presentes en la sesión.
Ante ese escenario, los operadores libertarios trabajaban para aumentar la lista de ausentes en el recinto.