El gobernador de Santa Fe no participará de la cumbre de gobernadores con el Ejecutivo Nacional por la crisis inédita que se desató con el asesinato de dos taxistas y el ataque a un colectivero que pelea por su vida en menos de 72 horas.
En consecuencia, viajará la vicegobernadora Gisela Scaglia y Pullaro se quedará en Rosario donde se organiza junto con el ministerio de Seguridad nacional el refuerzo de federales en las zonas calientes y no descartan el desembarco de fuerzas armadas para aportar logística y a la disuasión de actos violentos.
Luego del ataque al colectivero el jueves a la tarde, por la noche balearon la Comisaría 15 y tiraron una bomba molotov a un taxi estacionado sin registrarse heridos. Los hechos van en línea con lo que pasó en las últimas horas donde los narcos buscar generar conmoción en abierta guerra contra el Estado.
[Se descontrola la narcoinsurgencia en Rosario: tras matar dos taxistas ahora balean a un colectivero]
Este viernes, se cumplía la segunda jornada de paro docente en escuelas públicas y privadas en reclamo de recomposición social. Sin embargo, el pareo de colectiveros tras el ataque a su compañero y los taxis volviendo de a poco a la actividad, hicieron que la ciudad termine la semana con un ritmo poco habitual.
Los centros de salud públicos cerraron por temor a ataques y según contó a LPO un médico que trabaja en hospitales estatales les sugirieron que no anden por la calle con ambo. Las medidas preventivas se tomaron en otras oficinas públicas y la alerta es total.
El movimiento feminista y diversidades rosarino decidió la suspensión de la marcha del 8M debido a la falta de colectivos y por el clima de conmoción que vive la ciudad. El lunes se reunirán en asamblea para reprogramar la movilización, dijeron a LPO.
Por su parte, el ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, hizo declaraciones esta mañana: “No vamos a sentarnos a negociar nada con la ranchada. Vamos a hacer todo lo que haya que hacer para restablecer la paz social”.
Y agregó que “no vamos a negociar con las mafias; no vamos a retroceder de las medidas que se están adoptando bajo ningún punto de vista”, en relación a las medidas que se tomaron en los pabellones de máxima seguridad donde se alojan líderes narcos y sicarios que vieron reducido su contacto con el exterior y la posibilidad de seguir administrando el delito desde la cárcel.
Es que la foto a lo Bukele que difundió el ministro con los presos de alto perfil sentados en hilera con el torso desnudo en los pasillos del pabellón desató la ira de los narcos y se sospecha que los últimos ataques fue el vuelto de las bandas mafiosas.
Por otro lado, este viernes a la madrugada se realizaron cinco allanamientos con secuestro de celulares, municiones y una moto y se demoró a seis personas acusadas de arrojar armas y municiones a un patio vecino durante el procedimiento en la investigación de los crímenes de los taxistas.