Fiel a su estilo, Donad Trump centralizó la agenda de las últimas semanas con la idea de comprar la isla de Groenlandia que puso en alerta a la Unión Europea.
En diciembre Trump calificó que tener la propiedad de Groenlandia era una “absoluta necesidad” para “propósitos de seguridad nacional y libertad en todo el mundo”. El presidente electo de Estados Unidos ya lo había deslizado en su primer gobierno y fue rechazada de manera contundente pero ahora volvió a la carga y mandó a su hijo.
Ante la insistencia con la propuesta, el primer ministro del territorio autónomo danés, Mute Egede, dijo en una publicación de Facebook que “Groenlandia es nuestra. No estamos a la venta y nunca estaremos a la venta”.
Pero esta esta propuesta trae varios interrogantes. ¿Qué esto que realmente quiere Trump con Groenlandia? Como reveló en exclusivo LPO, esta estrategia viene de la mano de Mike Waltz, próximo secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos y cerebro del discurso expansionista de Trump.
Para Waltz, China y Rusia han ampliado sus áreas de influencia en las últimas décadas mientras EEUU se dedicó a guerras perdidas como la de Afganistán o a defender a Europa. Bajo este entendimiento, Washington debe recuperar esa vocación intervencionista si quiere competir abiertamente contra sus adversarios.
Tras amenazar a Panamá, ahora Trump insinúa que quiere comprar Groenlandia
En el corto plazo, la jugada de Trump con Groenlandia es parte de una ofensiva que el republicano tiene pensada contra la Unión Europea y demuestra el grado de dependencia del viejo continente con Washington.
Pablo Del Amo, investigador de política exterior en el Real Instituto Elcano de Madrid y coordinador del sitio web Descifrando la Guerra dijo a LPO que “es un ataque directo a la Unión Europea pero de fondo es un Estados Unidos que viendo cómo está siendo desafiada su hegemonía por rivales como China o Rusia porque básicamente tiene que aumentar su presencia en su esfera de influencia, que es el conjunto del hemisferio occidental”.
Del Amo considera que “Groenlandia es un activo estratégico muy importante en la competición en el Ártico, entre otras cosas, además de que tiene recursos como tierras raras, que son vitales para la transición energética y para la industria. Necesita no solamente una base militar que ya tiene sino un control más férreo de ese lugar (como pasa con Panamá que necesita un control mucho más directo o con Canadá que parece una estrategia para la balanza comercial) y tener un mejor acuerdo evidentemente a la Unión Europea”.
“Con esto, la UE se ubica como un socio menor y sobre todo como un continente débil que lo que tiene que hacer es pagar más la carga en defensa que tiene Estados Unidos. Entonces, por un lado está la cuestión de la hegemonía estadounidense y el otro es que Estados Unidos tiene que centrarse en contener a China”, agregó.
Para el especialista, “lo que tiene que hacer la Unión Europea es ser un socio mucho más fiable en términos militares, sobre todo que lo que tiene que hacer es ocuparse de Rusia y que no sea Estados Unidos el que tenga que contenerlo”.
Sobre la reacción de la OTAN y la Unión Europea, Del Amo sostuvo que el tuit de la Alta Comisionada de Política Exterior, Kaja Kallas, fue tibio y se limitó al pedido de respeto de las fronteras y remarcó Kallas es de Estonia, “un país que prioriza mucho más su relación con Estados Unidos por una cuestión de seguridad bilateral en su pertenencia a la OTAN y está en la Unión Europea porque así pueden mantener una mejor relación con Washington”.
El académico anticipó más tensión entre Estados Unidos y Bruselas que durante el primer mandato “porque es un Trump con más experiencia, su victoria electoral es mucho más potente, tiene mucho más poder dentro del Partido Republicano y dentro de la propia administración también. Por tanto, va a poder llevar las cosas más allá. Además tiene una especie de espíritu vengativo con respecto a las relaciones que tuvieron con Europa o que han priorizado más al partido Demócrata”.
Por último, Pablo Del AMO afirmó que “evidentemente esta situación refuerza este debate la autonomía estratégica, pero desgraciadamente yo creo que no hay voluntad política para llevar la autonomía estratégica”.
“Yo creo que Europa en vez de eso va a volverse más sumisa a Trump y tendrá que achantarse y hacer lo que le pide el líder trumpista porque la Unión Europea parece que ha decidido seguir el camino de ser prácticamente un vasallo o un socio menor de Estados Unidos”, culminó.
Gana fuerza Mike Waltz, el asesor clave detrás del discurso expansionista de Trump
Groenlandia es estratégica tambien en la disputa por el Ártico. Además de sus recursos naturales, Isla danesa tiene una importancia estratégica para el Ejército estadounidense y para su sistema de alerta temprana de misiles balísticos, ya que la ruta más corta de Europa a América del Norte pasa por la isla del Ártico.
Estados Unidos ha expresado su interés en ampliar su presencia militar, incluida la instalación de radares allí para monitorear las aguas entre la isla, Islandia y Reino Unido , que son una puerta de entrada para los buques de la marina rusa y los submarinos nucleares.
Kaja Kallas, responsable de las relaciones internacionales de la Unión Europea.