El apoyo que muestran las encuestas a las políticas de ajuste de Javier Milei no parece derramarse hacia otros exponentes libertarios. En Río Cuarto, donde habrá elecciones municipales el 23 junio, el candidato del Partido Libertario, Mario Lamberghini, no supera el 9 por ciento de intención de votos, por debajo incluso de Pablo Carrizo, un concejal que tiene varios escándalos en su espalda: el último fue en diciembre, cuando quedó detenido por golpear a un joven de 29 años.
El dato surge de una encuesta de 400 casos realizada por Punto Doxa indica que pese a la ola libertaria el candidato de esa línea ideológica podría alcanzar los 9 puntos, muy lejos de los tres que lideran la intención de voto: Guillermo de Rivas, el candidato oficialista para suceder a Juan Manuel Llamosas; Adriana Nazario, quien se recuesta en el delasotismo; y el radical Guillemo Parodi. Los tres están entre los 31 y los 25 puntos de “voto probable”.
Con 25 por ciento de indecisos, el escenario está abierto, aunque con leve ventaja para el candidato oficialista, el actual secretario de Gobierno, De Rivas. Su principal activo es el apoyo explícito de Llamosas y de Llaryora, quienes logran niveles de aprobación de sus respectivas gestiones.
Río Cuarto: peronistas y libertarios se disputan al radical que perdió la interna de Juntos
Matias Blasco, director del estudio, entiende que esta dispersión de preferencias se da en el marco de una enorme incertidumbre y en el marco de una “conversación pública” entre la gestión y la antipolítica. En ese marco, si la elección se nacionaliza pueden crecer los candidatos que “encarnan el cambio”. Si se mantiene en el marco de lo local, pesará la gestión.
Aunque el consultor no informó quién pagó la encuesta, en Río Cuarto se la adjudican al oficialismo. Como sea, los números de este estudio indican que el 58% aprueba la gestión municipal y el 62% hace lo propio con la provincial.
Ante la consulta sobre el tópico “Para que a la ciudad le vaya bien, es importante que el gobierno municipal tenga la misma sintonía política que el Gobierno provincial”, el 67 por ciento estuvo de acuerdo con la afirmación. Es el as que el peronismo juega en cada elección.
Parece un mensaje directo a Adriana Nazario, última pareja de José Manuel de la Sota, quien según esta encuesta está muy cerca de De Rivas, aunque sería sometida a un fuerte bombardeo si decide romper con el oficialismo.
En el comando de campaña de De Rivas, el candidato del actual intendente Juan Manuel Llamosas, tienen listo el arsenal: incluye el acuerdo que Nazario mantuvo con Carlos Caserio y Sergio Massa, lo que incluyó que varios dirigentes de su estructura ocuparan cargos en el Gobierno nacional. Pero también el aval explícito que le dio Alberto Cantero, el exintendente K que durante la crisis de la 125 se mantuvo encolumnado con Cristina.
De acuerdo con la encuesta, el peronismo sería imbatible si va unido, como propicia Llamosas. Pero en un escenario repartido, asoma una chance para Gonzalo Parodi, dirigente radical que abreva en Evolución, que suma 25 puntos, uno más que Nazario; y a sólo 6 de De Rivas. Por ahora, Parodi no consigue el apoyo explícito de Gabriel Abrile, el otro referente de la oposición que perdió la interna. Si Parodi gana, será el radical con más peso territorial en Córdoba, desplazando a Marcos Ferrer.
De acuerdo con Blasco, los indecisos marcan el clima de época, la “cautela” y la “espera” respecto de cómo se resolverá la situación nacional. Por ahora aparecen, según el consultor, propensos a inclinarse por la gestión más que por el cambio, pero esto podría cambiar si la elección comunal cambia hacia la narrativa del primer test electoral de Milei.