La jornada del martes estuvo atravesada por versiones cruzadas de una reunión entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof que buscaba saldar diferencias por la conducción del PJ nacional. En ambas partes hubo un hermetismo total y sobre el final del día cobró fuerza la versión de que el encuentro no se pudo lograr.
Son horas frenéticas en el peronismo. Las versiones generaron una enorme expectativa en medio de un reordenamiento del peronismo que encuentra a la ex presidenta y al gobernador -por ahora- en veredas opuestas. Por lo pronto, desde el gobierno ya enviaron la convocatoria a la prensa para el acto del jueves en Berisso donde Kicillof y su armado político conmemorará el Día de la Lealtad, una de las fechas más sentidas en el calendario peronista.
El último contacto en persona entre Cristina y Kicillof fue en Merlo cuando Cristina dio una clase en la Universidad del Oeste (UNO). Allí, la ex presidenta hizo subir al gobernador al escenario. LPO adelantó que horas previas habían conversado distendidos.
Por entonces, Kicillof ya trabajaba para la candidatura de Ricardo Quintela en el PJ nacional -el gobernador estuvo en agosto en esa provincia del NOA– mientras que Cristina no había decidido disputar la conducción del peronismo.
Cristina presentó lista para el PJ y Larroque invita a Quintela a un acto con Kicillof
Semanas más tarde, Cristina sorprendió con una bajada al territorio en La Matanza, justo en momentos en que Kicillof estaba en México invitado para la asunción presidencial de Claudia Sheinbaum.
Kicillof mantuvo un incómodo silencio ante la candidatura de Cristina. En el kirchnerismo salen a recordar que la ex presidenta impulsó su desembarco en la provincia. Ayer lo planteó Oscar Parrilli y hoy lo dijo Mayra Mendoza.
Tampoco salieron a respaldar a Cristina los ministros del gobernador. Sólo la ministra de Ambiente, Daniela Vilar, pidió a la militancia que sume avales para la ex presidenta. En tanto, Florencia Saintout (Cultura) reposteó la carta abierta con la que Cristina comunicó su postulación a la conducción del partido.
Mientras tanto, el ministro de Desarrollo, Andrés Larroque, puso a su agrupación al frente de un operativo en busca de avales para Quintela en la provincia de Buenos Aires, un desafío directo a Cristina y La Cámpora.
Larroque junta avales para competir contra Cristina
Por lo pronto, el apoderado del partido, Eduardo López Wesselhoefft, comenzó a formalizar la elección interna. A través de una carta le solicitó oficialmente a Lisandro Catalán, vicejefe de Gabinete del ministerio del Interior, 6.000 urnas para la elección del 17 de noviembre. El pedido de López Wesselhoefft es una formalidad prevista en el cronograma que traslada a la militancia peronista a un escenario indeseado.
El lunes, los apoderados de Cristina formalizaron la reserva de nombre, color y número en un paso más para la pelea por el partido. La lista se llamará “Primero La Patria”, el color será celeste y blanco y llevará el número 2.
Anabel Fernández Sagasti, Teresa García y Gustavo Arrieta avanzaron con las formalidades mientras se espera se busca concretar un encuentro entre la ex presidenta y Quintela, quien formalizó su candidatura la semana pasada.
El lunes hubo contactos entre los secretarios de Cristina y de Quintela. El emisario del gobernación riojano consultó si Cristina podría recibir a Quintela el jueves, el viernes o el sábado que viene, ya sobre el filo del cierre de listas. La respuesta fue que la ex presidenta está dispuesta a recibirlo.