En el entorno de Victoria Villarruel creen que el desempate que le dio centralidad total en la sanción de la primer ley que consigue la administración libertaria, será el inicio de una nueva etapa en el equilibrio de fuerzas en el Gobierno.
La vicepresidenta se llevó todo el protagonismo de la aprobación de la ley bases que se había convertido en una trama angustiante para la Rosada que ponía en cuestión la gobernabilidad de Javier Milei.
“Esto de tenerla en un escalón debajo de la hermana hoy ya no existe”, dijeron a LPO cerca de Villarruel, todavía bajo los efectos de la euforia que les generó un escenario que superó sus previsiones más aventuradas.
Los hermanos Milei buscaron hasta último momento, con ayuda de Guillermo Francos, distintas vías para adulterar el tono de la foto de la medianoche del miércoles. No consiguieron destrabar el empate con ninguna martingala, ni aún haciéndole ofertas a un senador peronista de la Patagonia para que se fuera al baño al momento de la votación.
Villarruel desempató y Milei consigue una ley clave para la gobernabilidad
Lo que buscaban era evitar que Villarruel se llevara el mérito y por eso durante las últimas 48 horas se especuló con el minuto exacto en que Milei se subiría al avión rumbo a Europa. Si lo hacía antes de la votación, evitaba el discurso triunfalista de su compañera de fórmula, pero ponía en riesgo la ley con Bartolomé Abdala a cargo.
Esto quedó demostrado con el regreso al trote de Villarruel a la silla de la presidencia en medio del debate, cuando Abdala sudaba en medio de los intentos del peronismo de dormir la sesión por los graves incidentes que se sucedían afuera del palacio.
En el Senado aseguran que a Villarruel se le armó la tormenta perfecta para lucirse. “Se colgó la cucarda de que, sin ella, las cosas no suceden”, dijeron a LPO allegados a la vicepresidenta.
“Querían poder, acá está”, sacaron pecho en la medianoche, mientras Milei aún no había publicado ni un tuit para celebrar pese a que Nik ya había disfrazado a la vice de mujer maravilla.
Ahora creen que se inicia una nueva etapa en la lógica del poder libertario, hasta el momento monopolizada por los hermanos Milei y Santiago Caputo.
La propia vicepresidenta se había referido a Milei como el “jamoncito” que estaba entre ella y Karina. Villarruel se había ganado la enemistad de la hermana cuando comenzó a exhibir gestos de autonomía con reuniones con gobernadores.
Ahora que aportó el máximo momento de gobernabilidad tras el fin de la luna de miel del Gobierno, en su entorno esperan que, lejos de encuadrase, profundice esos gestos de autonomía.