La vicepresidenta Victoria Villarruel mantiene reuniones sigilosas con senadores aliados para demorar el avance del pliego del juez Ariel Lijo como ministro de la Corte Suprema. Fuentes parlamentarias dijeron a LPO que, incluso, especula con el receso invernal para dilatar los plazos.
En la única entrevista que concedió, la Vicepresidenta se había manifestado contra el nombramiento de Lijo. Y tal como informó LPO en abril pasado, mantuvo una reunión con el dueño de La Nación, Julio Saguier, quien manifestó su rechazo al ascenso del magistrado al máximo tribunal.
Aquel encuentro fue revelado al presidente Javier Milei por Esmeralda Mitre, hija de Bartolomé y heredera de la empresa, a través de un mail. El jefe de Estado estalló de furia y hasta habría evaluado bloquear el CUIT del diario, una acción que declinó por consejo de su entorno en tanto constituye una acción ilegal.
Ahora, Villarruel apeló a reuniones reservadas con legisladores para enfriar el trámite. Sin embargo, un senador aliado advirtió a LPO que “no es competencia de la Vicepresidenta convocar a las audiencias”.
La presidenta de la Comisión de Acuerdos es la senadora larretista Guadalupe Tagliaferri, quien logró dictaminar la semana pasada pliegos de militares y diplomáticos que deberían ser tratados en la próxima sesión.
Pero el tratamiento de esos dictámenes en recinto, previsto originalmente para este jueves, entró en una zona brumosa, fruto de las dificultades del oficialismo para impedir que la sesión se convierta en una catarsis del peronismo y termine desmadrándose. “Nos hicimos los porongas con la ley Bases, empatamos y salió bien pero ahora están con el cuchillo entre los dientes”, graficaron desde la oficina de un aliado.
En ese contexto, se comenta en los pasillos del Congreso que ni los senadores más colaboracionistas estarían dispuestos a inmolarse por los libertarios en una sesión intrascendente, lo cual colabora con el presunto interés de Villarruel por dormir el pliego de Lijo. “Acá el que no está de vacaciones se te puede abrir de gambas”, sostuvieron desde el entorno de un legislador que cooperó con las leyes de Milei.