En el retiro que compartieron los ejecutivos de finanzas con los funcionarios de primera línea del equipo económico, gobernadores y legisladores en el Sheraton de Mendoza, lo peculiar, lo inédito, fue el planteo del presidente del Banco Central, Santiago Bausili.
“Bausili dio una explicación de las decisiones económicas con argumentos propios de la corriente popular”, afirmó a LPO un diputado que participó del encuentro. Corriente popular es el término utilizado por Marcelo Diamand en el célebre libro “El Péndulo Argentino” para referirse a modelos económicos con impronta distributiva en contraposición a los regímenes fiscalistas, cuya prioridad es terminar con la inflación.
La exposición de Bausili, que pasó desapercibida una vez que Milei concentró los flashes al cierre del evento con sus desopilantes gestos y la prefabricada polémica con Cristina Kirchner, fue a contramano del precepto económico libertario, de los argumentos del ministro Toto Caputo y de los fundamentos del propio Javier Milei.
Bausili compartió panel con el mítico presidente del Banco Central del Perú, Julio Velarde, a quien se le atribuye la estabilidad económica de ese país en medio de una crónica crisis política con seis presidentes en los últimos seis años. Perú es el paradigma del buen alumno liberal de la región, a los ojos del FMI y el sistema financiero internacional. Velarde preside la máxima autoridad del sistema financiero de ese país desde el año 2006. Perú logró estabilizar su economía a partir de la aplicación del manual del Fondo: devaluación, suba de tasas de interés y flotación administrada del tipo de cambio.
Cómo sigue el plan económico: la acumulación de reservas deja de ser prioridad y se mantiene el cepo
Bausili tomó distancia, y marcó las diferencias con el modelo peruano. “Perú implementó el plan de estabilización después de una crisis profunda, una vez que ya impactó, igual que Israel. En cambio nosotros evitamos esa crisis terminal”, afirmó.
Velaverde reconoció: “Nuestra corrección de precios fue mucho mayor, del orden del 400%” y agregó “tras la correción de los precios relativos, el tipo de cambio quedó mas alto de lo que esperaba el mercado, eso nos llevo a flotar”. La diferencia entre el ancla cambiaria es sustancial: dólar caro o dólar barato.
“Estoy seguro que en ese momento la pobreza se disparó fuerte” retrucó Bausili y agregó “nosotros en lugar de lanzarnos a una flotación sin reservas, estamos llevando adelante una corrección de precios relativos controlada”.
Se trata de una declaración fuerte para un gobierno supuestamente libertario. El equipo económico que lidera Caputo lejos de liberar todos los precios decidió administrarlos. Otra señal del pragmatismo de Milei, más allá de su retórica incendiaria.
“Nuestra readecuación de precios relativos se da en un proceso controlado y con ordenes de magnitud mucho mas leves a los que pasó Perú. Decidimos no liberar todos los precios de la economía y avanzamos con regulaciones que todavía persisten”, agregó Bausili.
Velaverde contó que en una primera instancia se liberó el acceso a divisas para el flujo, pero tardaron más en resolver el stock. El camino de la Argentina fue a la inversa. Con el Bopreal, el gobierno resolvió el stock de divisas, y aún se encamina en normalizar el flujo. La diferencia entre el modelo Milei y el modelo peruano son evidentes.
La clave está en el rol del Banco Central. Perú es un caso testigo respecto a la independencia de esa institución. Bausili apeló a la histórica relación “incestual” como explicación de “una interdependencia muy grande todavía”.
Bausili explicó que hoy en la Argentina la encrucijada es si el Banco Central financia o no financia al Tesoro, si cumple o no cumple sus contratos. “Hay que llegar hasta ahí, que los dos se valgan por si mismos”, afirmó en referencia al Central y el Tesoro.
Pero lo que mas soprendió al auditorio fue que el titular el BCRA reconoció que por ahora, el Banco Central no puede circunscribirse exclusivamente a sostener la estabilidad de la moneda, piedra basal de los economistas liberales.
Bausili también blanqueó la tensión que existe en la relación con el FMI. Ante la pregunta sobre el apoyo al gobierno argentino, el titular del Central preguntó “¿con palabras o con dinero?, luego subrayó “un socio que no te presta plata es mas un auditor que un socio”.
“El FMI está todo el tiempo pensando que es lo que no va a funcionar de acuerdo a su manual. No es lo mismo tomar las decisiones que observar a quien toma esas decisiones”, agregó.
Bausili también defendió la idea de reactivar la economía con recursos propios más que esperar una lluvia de inversiones extranjeras que por ahora no se ve. “Hay que recanalizar el ahorro hacia la Argentina. El PBI está estancado hace años pero la economía local genera mucha riqueza que sale del circuito, en la mayoría de los casos vía mecanismos informales al exterior” afirmó.
