En las últimas horas, el gobernador cordobés recibió dos malas noticias tras haber recuperado el rol “dialoguista” con Javier Milei. Por un lado, Sergio Massa aceleró su construcción en Córdoba con el objetivo de contener a peronistas no K desencantados con Llaryora y Cristina recibió a Federico Alesandri, un legislador peronista clave en el marco de la paridad absoluta entre oficialismo y oposiciòn en la Legislatura local.
Por un lado, Sergio Massa ya mueve sus piezas en cuatro provincias donde el Frente Renovador no había logrado conformarse: Mendoza, San Juan, Santa Fe y Córdoba. En esta última, el histórico acuerdo con José Manuel de la Sota, primero, y la contención a sus dirigentes que le dio Juan Schiaretti le fueron suficientes hasta la llegada de Martín Llaryora al poder. Ahora, Massa busca armar “algo propio” con qué sentarse a negociar con Llaryora en medio del rearmado del peronismo nacional.
Lo “propio” es, se sabe, el Frente Renovador y la Fundación Encuentro, el think tank con el que piensa atraer cuadros delasotistas desplazados del “partido cordobés” de Llaryora, con quien el ùltimo ministro de Economía peronista tiene un trato más que directo: son amigos.
La ultra delasotista Tania Kyshakevych, engranaje del FR en Córdoba, asegura que sectores importantes del peronismo cordobés “no se sienten contenidos” por el esquema de poder de Llaryora, quien en la construcción del gobierno cedió lugares relevantes a radicales y PRO, lo que le valió el malestar de distintas tribus peronistas y el desplante de antiguos aliados.
Sugestiva foto de Llaryora con Elsztain, tras la caída de jubilaciones en Diputados
Convertida en vocera del massimo en Córdoba, Kyshakevych asegura que aunque el Frente Renovador “no detonará la relación con Llaryora porque no es tirabomba”, sí hay un “enojo, un malestar creciente” con el gobernador cordobés porque “siempre quiere estar al medio”. La queja es por el zigzagueante posicionamiento del mediterráneo ante Javier Milei.
“El cordobesismo de Llaryora no genera un sentido de pertenencia para todos los peronistas, por lo que creemos que el Frente Renovador será un vehículo para que sectores que no estamos siendo representados por el peronismo cordobés seamos parte de la reorganización del PJ nacional”, dice Kyshakevych, quien remarca que “el peronismo de Llaryora no es parte de la reorganización del PJ nacional”.
Aunque se especulaba que el legislador provincial Federico Alesandri podría incorporarse al esquema de Massa tras reunirse con él días atrás, el dirigente de Calamuchita ratificó su pertenencia al kirchnerismo.
El martes se reunió con Cristina y, en un posteo de X, se desmarcó del “colaboracionismo” de Llaryora: “Reconocemos la necesidad de renovar ideas y generar acciones que representen fielmente a los trabajadores, y recuperar lo que destruye día a día el cinismo del Gobierno de Milei”, escribió junto a una foto en la que se lo ve con la ex presidenta.
Alesandri tiene banca clave de la Unicameral: la oposición suma 33 escaños, en distintos bloques, y el oficialismo también tiene 33, aunque de manera orgánica. Entre las dos fuerzas boyan cuatro bancas. Entre estas cuatro está la de Alesandri, quien con el nuevo paraguas K se vuelve un jugador clave en el poroteo de cada semana.
Alesandri dice que orbitar cerca de Cristina “nada tiene que ver” con la posición de Llaryora. “Sentimos la necesidad -y estamos obligados- de reorganizar el peronismo nacional. Generar las discusiones en el justicialismo para renovar ideas y vínculos con trabajadores y con quienes producen; modernizarnos en las formas de militar y recuperar cercanía con la sociedad, en particular los jóvenes. Por eso es importante tener la visión y acompañamiento de CFK en esto”, dice Alesandri.