En otro golpe de Sergio Moro, el Tribunal Supremo de Brasil anuló las causas contra el empresario Marcelo Odebretch en el marco del caso Lava Jato.
La decisión la tomó el magistrado José Antonio Días Toffoli y suspende todo el proceso penal contra el empresario por irregularidades en el proceso legal al considerar que hubo connivencia entre la Fiscalía y el juez Moro.
“Dado el contenido de los frecuentes diálogos entre magistrado y fiscal sobre el demandante, así como sobre las empresas que presidía, resulta clara la mezcla de la función de acusación con la de juez, erosionando las bases del proceso penal democrático”, declaró el juez Dias Toffoli en su fundamentación.
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“Algunos integrantes de la operación ‘Lava Jato’ adoptaron medidas arbitrarias en la conducción de los procesos contra el empresario actuando con parcialidad y fuera de su ámbito de competencia”, añade Toffoli en un dardo directamente dirigido a Moro.
Durante el Lava Jato, Odebretch fue condenado a más de 19 años de cárcel. La pena fue reducida a 10 años tras colaborar con la justicia y desde diciembre de 2017 cumplió prisión domiciliaria. En 2022 fue reducida nuevamente a siete años, ya cumplidos.
Este fallo abre un profundo debate en relación a las consecuencias económicas de la Operación Lava Jato comandada por Moro.
En ese sentido, LPO conversó con el abogado brasileño Marco Aurelio de Carvalho quien dijo que “la decisión de Toffoli es muy valiente, sumamente conveniente y oportuna. Ha dejado un legado importante en el Supremo Tribunal Federal porque abrazó la vocación contra-mayoritaria de la Corte y ha tomado decisiones difíciles, a veces incluso controvertidas, pero correctas”.
“Había una enorme cantidad de vicios, no sólo en los procesos de Odebrecht, sino en otros procesos que también involucraban a otras empresas constructoras, a los mismos jueces y fiscales, y el destino natural seguramente sería la revisión de estos procesos, como de hecho sucedió con esta y otras empresas. Por eso hay que reconocer y aplaudir la decisión de Días Toffoli. Una decisión valiente, histórica, conveniente, oportuna y necesaria”, agregó.
Marco Aurelio es miembro del Grupo Prerrogativas y socio fundador de la Asociación Brasileña de Juristas por al Democracia (ABJD) y cita informe publicado en 2021 por el Departamento Intersindical de Estadísticas y Estudios Socioeconómicos (DIEESE) sobre el daño que le propinó el Lava Jato a la economía brasileña. Ante eso, sostuvo que “la Operación Lava Jato dejó una estela luminosa de destrucción y miseria. Un legado que el país aún resiente. Trajo grandes pérdidas económicas y financieras”.
“El país perdió más de 4,4 mil millones de empleos, perdió más de 172 mil millones de reales que podrían ser transferidos a las arcas públicas con inversiones de las empresas constructoras en importantes obras de infraestructura, perdió más de 50 mil millones de reales, esto se estima en impuestos, y de hecho perdió inteligencia en el área de la ingeniería. Los sectores de la industria nacional de petróleo y gas, de la construcción civil y de la industria naval quedaron completamente trastornados y algunos incluso diezmados”, detalló.
Para el letrado “el impacto económico y financiero es perverso, nocivo, un verdadero legado de destrucción y miseria, sobre todo porque en algunos sectores el país era competitivo tanto dentro como fuera, sobre todo en el área de infraestructura, construcción civil, construcción pesada y Es difícil recuperarnos, no será precisamente sencillo”.
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En ese sentido, De Carvalho plantea que “las empresas internacionales que competían con las brasileñas en esas áreas que fueron perturbadas, especialmente en la construcción civil, se beneficiaron directamente. Y el gobierno de Estados Unidos también. Los mensajes revelan que hubo colusión, una relación espuria entre los fiscales del Grupo de Trabajo Lava Jato y autoridades del gobierno estadounidense”.
“Otra cuestión es el descrédito de Petrobras en particular que ayudó mucho a las empresas americanas. Finalmente, existe un beneficio discutible para estos grupos económicos no nacionales”, afirmó.
Sobre la actuación de Sergio Moro, Marco Aurelio aseguró que “fue un juez que actuó vergonzosamente criminal y parcial, para lograr resultados políticos y electorales. Solemos decir que los procesos que él dirigió comenzaron por el final. Primero disparó la flecha y luego pintó el objetivo. Desde el principio, su objetivo fue condenar al expresidente Lula”.
“Favoreció al entonces segundo candidato en las elecciones de 2018 y lo elevó al honorable estatus de presidente de la república. Y luego dejó el poder judicial para servir al presidente que ayudó a elegir. Entonces, es un juez que actuó de manera criminal, de manera escandalosamente criminal y que necesita ser castigado. No se trata de venganza, pero este castigo tiene un fuerte carácter pedagógico para que situaciones similar”, denunció.
Finalmente, Marco Aurelio de Carvalho, sostiene que “muchas veces decimos que el bolsonarismo es hijo del padre y de la madre del lavajatismo. Por lo que es directamente responsable de que el país haya vivido lo que vivió entre 2018 y 2022”.
“Lamentablemente, la economía se contrajo, nuestras relaciones bilaterales con los principales países del mundo sufrieron un duro shock, el país dejó de ser relevante en el panorama internacional y perdió competitividad. en sectores importantes”, concluyó.
Como un perjudicado por el accionar judicial de Moro, Lula siempre cuestionó sus procesos por el impacto en la economía y enfatizó que su hubiera habido corrupción, lo mejor habría sido detener a los corruptos pero no fundir las empresas. Ese debate continúa abierto.