Tras una reunión con el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, los legisladores del PRO volvieron a rechazar con duros términos la creación de dos nuevas empresas estatales. Pero además, el radicalismo ahora toma distancia de las iniciativas y asegura que no es momento para acompañar.
Kreplak llegó a la Legislatura para convencer a la oposición de votar la creación de dos sociedades anónimas con mayoría estatal: la Industria Farmacéutica Bonaerense y la Empresa de Emergencias en Salud.
El PRO viene lanzando fuertes críticas a esas iniciativas. Los cuestionamientos se contextualizan en la profunda crisis que atraviesa IOMA, la obra social del Estado bonaerense.
“El gobernador propone la creación de empresas estatales cuando lo que tiene que hacer es reducir los gastos absurdos y la estructura estatal que se arma para bancar a los amigos de la militancia”, dijeron los diputados a través de un comunicado.
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“El IOMA está desfinanciado, no hay mantenimiento ni inversión en los hospitales provinciales. ¿En qué Provincia vive el gobernador?”, dijeron desde el bloque que conduce Agustín Forchieri.
En las redes, el diputado Fernando Rovello dijo que “Kicillof envió a Kreplak a querer convencernos sobre la creación de dos empresas estatales. Esto es más cargos para La Cámpora y gasto publico ineficiente cuando los más de 50 hospitales bonaerenses están detonados y los médicos y enfermeros están mal pagos”.
Tienen IOMA fundida y colapsada. 2500000 afiliados obligatorios más los voluntarios pagan sus aportes, muchos de ellos con enfermedades crónicas sin mínima cobertura ni medicamentos como en Mar del Plata, Tandil , Bahía Blanca, Pergamino y podría seguir …Hoy @Kicillofok (sigue)
— Fernando Rovello (@FerRovello) May 8, 2024
Kreplak esquivó algunas preguntas técnicas. En particular sobre quiénes serían los inversores privados, cómo estaría conformado el directorio, o cuál es el plan de negocio que proyectan para las empresas.
Esta vez los radicales tomaron distancia de las dos iniciativas. “No estamos para votarlo ahora. No estamos apurados en absoluto”, dijo a LPO un legislador de la UCR.
Es curioso porque días atrás el Foro de Intendentes Radicales mantuvo un encuentro en La Plata y dejaron en claro que había que respaldar los proyectos sin hacer ni siquiera modificaciones.
El principal debate durante la reunión se centró en la empresa Industria Farmacéutica Bonaerense, que producirá medicamentos. Kreplak planteó que no necesita mayor presupuesto porque se trata de una reconversión del instituto biológico Tomás Perón, un histórico organismo ubicado en La Plata.
Además planteó que no sumará nuevos trabajadores, que la planta actual es suficiente. Por eso la pregunta de los legisladores fue por qué motivos buscaban reconvertir el organismo en una sociedad anónima.
La respuesta del ministro fue que existe un problema burocrático. Que reponer una máquina blistera lleva ocho meses de trámites en las distintas dependencias del Estado. Allí, el radicalismo le sugirió que quizás el mejor camino era modificar los Organismos de Control.
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Según pudo saber LPO, la idea de Kreplak es aprobar los dos proyectos en junio. Actualmente los proyectos están en las comisiones de Salud, Legislación General y Presupuesto, aunque en la oposición creen que también debería pasar por otras comisiones.
La idea del oficialismo es avanzar con un plenario de comisiones y buscar un dictamen. Si el bloque de radicales que responde a la conducción de Maximiliano Abad rechaza el proyecto, el peronismo podría buscar aliados en la bancada de seis diputados que responde a Facundo Manes.
Desde la llegada de Kicillof al poder se buscó reconvertir el Instituto Tomás Perón en una Sociedad del Estado. Ahora parece haber acuerdos hacia adentro del organismo para avanzar hacia una sociedad anónima con mayoría estatal.
El objetivo es aumentar la capacidad de producción de medicamentos. En especial de lo que se denominan medicamentos huérfanos, los que la industria farmacéutica evita producir por cuestiones financieras. Son drogas destinadas a un reducido grupo de pacientes que, sin embargo, responden a necesidades de salud pública.
El cambio de instituto a una sociedad anónima responde a la necesidad de darle celeridad a la compra de insumos para la producción. Desde el gobierno aseguran que, al ser un organismo del Estado, cada compra entra en el pesado circuito de la burocracia estatal. En el gobierno aseguran que para la compra de insumos farmacéuticos esos tiempos hacen imposible la producción a gran escala.
