El arzobispo porteño se fue crítico de la dirigencia política por la “falta de termómetro social” y en un mensaje que pareció dirigido al gobierno pidió “vivir la libertad” sin “odio”.
Jorge García Cuerva, discípulo del Papa Francisco, trazó un diagnóstico crudo sobre la realidad argentina con Javier en la primera fila de la catedral metropolitana. A su lado estuvo Victoria Villarruel, que no había viajado a Tucumán para la firma del Pacto de Mayo.
“Muchas cosas hicimos mal en el pasado del que todavía nadie se hace cargo, aunque el resultado es que 6 de cada 10 chicos en son pobres”, recordó.
La Iglesia tiene una relación tensa con Milei y en los últimos meses hubo críticas contra el gobierno y contra la ministra Sandra Pettovello por el desmanejo con los alimentos.
“Muchos argentinos están haciendo un esfuerzo enorme, que conmueve, esperanzador. No permitas que lo cascoteemos con la voracidad del poder por el poder mismo, conductas reprochables que demuestran que a muchos les falta el termómetro social de saber lo que viven los argentinos de a pie”, apuntó García Cuerva.
“Tantos argentinos tendidos sobre una manta en el frío de las veredas de las grandes ciudades del país, postrados como consecuencia de la falta de solidaridad y el egoísmo”, agregó.
En el pasaje más encendido de su homilía reclamó vivir “la libertad de la mano del amor al prójimo, independizados de todo prejuicio y rechazo del otro por pensar distinto”.