Con una multitudinaria marcha por el Día del Trabajador, la CGT ratificó el paro del 9 de mayo y pidió a los senadores que no aprueben la Ley Bases.
Bajo el lema “En defensa de los derechos Laborales, Sociales, Previsionales y del Modelo Sindical”, la CGT buscó meter presión antes del tratamiento de la Ley Bases en el Senado.
Pablo Moyano agitó el fantasma de la “Banelco”: dio por sentado que los 33 senadores del PJ votarán contra la ley y adelantó que buscarán persuadir a los demás de rechazarla, aunque dejó afuera a los legisladores del PRO y a los libertarios.
La movilización culminó en el Monumento Canto al Trabajo. Tras una conferencia de prensa y en medio de la interna kirchnerista, la cúpula de la CGT se reunió con Axel Kicillof.
La central obrera emitió un documento donde llamó la atención sobre los puntos más controvertidos del ajuste que ejecuta Javier Milei. Allí aseguraron que el ajuste “recae sobre los sectores más vulnerables”.
Consideraron que el gobierno “no muestra un programa económico sustentable ni consistente, que no proyecta un horizonte de expectativas alentadoras a futuro”.