Presionado por la interna que mantiene con la ministra de Capital Humano Sandra Petovello, el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro “El Galleguito” Alvarez, busca por todos los medios reducir el volumen de la movilización universitaria del próximo martes, que promete ser la más importante que enfrente Milei en lo que va de su mandato.
Alvarez dedicó las ultimas horas a llamar personalmente a cada uno de los rectores de las universidades nacionales para que se bajen de la marcha. “Promete cualquier cosa con tal que nos bajemos”, le relató uno de ellos a LPO.
Esta fuente aclaró a LPO que no hay margen para desactivar la marcha. “El gobierno permitió que el conflicto escalara al punto que la única manera de levantar la marcha es que cumplan con todas las demandas”.
La sobrerreacción del hijo del fundador de Guardia de Hierro responde al susto creciente en la administración de Milei ante una protesta que todo indica será sobe todo de la clase media, pero también a la fuerte interna que mantiene con la ministra Sandra Petovello, que esta semana alimentó las versiones de su renuncia.
Asustado por la marcha, el gobierno anunció que duplica los fondos a las universidades
Pettovello trabaja con el secretario de Educación, Carlos Torrendell, para desplazar al subsecretario. Esto explica el comunicado lanzado por el gobierno el pasado jueves a última hora anunciando una “propuesta consensuada” con universidades para el aumento de partidas, que generó fuerte malestar en el Consejo Interuniversitario Nacional, donde salieron rápidamente a desmentir un acuerdo y dijeron que se trató de una trampa del Ejecutivo para pinchar la marcha del 23.
La interna de Pettovello con su secretario de Universidades viene desde el inicio de la gestión. Cuando asumió, Alvarez le cerró las puertas de su área la ministra. “Yo conozco de políticas universitarias, los quilombos los resuelvo yo”, sostuvo entonces el subsecretario.
Como sea, en el área más racional del ministerio de Pettovello ya empezaron a hablar con los rectores para ver que hacen el día después de la marcha. Como parte de esos diálogos el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, les trazó una hoja de ruta para salir del conflicto.
El diputado radical fue claro: “Podemos llegar a un acuerdo con actualización por inflación de los gastos de mantenimiento y hospitales, más una paritaria razonable”. Dato no menor es que docentes y no docentes sufrieron en los cuatro meses del gobierno de Milei una pérdida del 36% del poder adquisitivo, lo que equivale al doble del promedio de los trabajadores del estado.
La propuesta fue aceptada como un punto posible de discusión, pero se chocó con la intransigencia del quinto piso del Palacio de Hacienda: “Inviable” fue la respuesta del ministro Caputo, que se ha convertido en un halcón del ajuste de las universidades y ya paga los costos, como le pasó este domingo en Washington.
A todo esto, una vez mas, salta a la vista la falta de ordenamiento político. Mientras Alvarez busca conciliar posiciones con representantes de las universidades, el presidente fue muy agresivo en redes sociales. Milei replicó decenas de posteos que criticaban a la universidad pública. Además el presidente insiste con impulsar una auditoria de las cuentas de estas instituciones. Esto está expresamente prohibido por la legislación vigente que circunscribe esa facultad exclusivamente la Auditoría General de la Nación (AGN).