Luego de exponer una deuda heredada de la gestión de Gustavo Posse superior a los 8.000 millones de pesos, Ramón Lanús vuelve a la carga contra su antecesor en San Isidro, al que esta vez denunció por sobreprecios y le endilga “años de desidia y abandono” en Salud.
Luego de una auditoría interna, la nueva gestión municipal al mando del PRO detectó irregularidades en la compra de insumos hospitalarios de la pasada administración radical y que en varios materiales se consiguieron precios más bajos en febrero que en noviembre.
Eso, motivó que el municipio presente una denuncia en Juzgado de Garantías Nº 3 de San Isidro para que investigue esos presuntos sobreprecios. Por caso, Lanús denunció que los guantes descartables que la gestión Posse pagaba 130 pesos cada uno, hoy lo están pagando a 52 pesos.
“La administración anterior llevaba años de estancamiento. El equipamiento médico de los tres hospitales es insuficiente, mal mantenido y demasiado anticuado. Años de desidia y abandono dejaron su huella”, dijo Lanús, que cortó con 40 años de hegemonía de los Posse.
En relación al Hospital Central, uno de los más importantes de la zona norte, el intendente expuso en redes que los pisos 5, 6 y 7 no están habilitados para su uso. “Situaciones que debieran ser impensables en nuestro municipio”, dijo.
En esa línea, acusó que en los hospitales municipales proliferan baños clausurados, goteras y humedades, techos caídos, además de falta de actualización tecnológica en el sistema de turnos, ya que solo se podían dar de forma presencial.
“Parece inverosímil que, en San Isidro del 2024, vivamos como si no hubiera llegado el teléfono fijo”, acusó y agregó: “Los grupos electrógenos funcionaban mal. En Boulogne no se da abasto a toda la demanda del hospital y el del Materno Infantil llevaba meses con una pieza que no funcionaba. Médicos y enfermeras tuvieron que usar respiradores manuales”.
De esta manera, Lanús escala su confrontación con la pasada gestión radical, lo que empieza a generar fricciones con el possismo en el Concejo Deliberante.
En su primera andanada crítica, Ramón acusó una herencia compleja de Posse, con una brusca caída de la recaudación y deudas de varios meses con proveedores que superaban los 8.000 millones de pesos.
Frente a eso, desde el possismo, en una reciente sesión del deliberativo, el concejal Walter Pérez fue a contramano de las denuncias de Lanús y aseguró que dejaron “un municipio ordenado financieramente”.
Nada de eso ven desde la nueva gestión PRO, que acusó que desde su llegada a la comuna se registraron 119 proveedores nuevos en rubros diversos, a partir de lo cual -aseguran- lograron en febrero precios más baratos que en noviembre o diciembre, a pesar de la inflación.
Más allá de las denuncias que tramitan en la Justicia y las que se expusieron en redes, en la gestión de Ramón Lanús detallaron que están trabajando en “mejoras urgentes” para el Hospital Central de San Isidro e implementarán turnos digitales, además de arreglar escaleras, baños, instalaciones eléctricas y poner en condiciones los tres pisos que no están habilitados.
“Nuestro sistema público de salud municipal debe recuperar su prestigio, volver a ser modelo y orgullo para todos. Estamos comprometidos a eso y sabemos que lo vamos a lograr”, dijo Lanús.