El representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, Sebastián Amerio, reactivó el funcionamiento de ese órgano y la Comisión de Selección, conducida por la abogada Fernanda Vázquez, despachó en dos reuniones una serie de concursos para proponer 32 ternas para juzgados vacantes.
Con ese envión, el hombre de Santiago Caputo en el edificio de Libertad 731 consiguió que los consejeros se agenden para el próximo miércoles la reunión de labor para preparar el plenario de la semana siguiente, con el objetivo de votar los candidatos acordados para completar los casilleros pendientes en el Poder Judicial. Viceministro de Justicia por debajo de Mariano Cúneo Libarona, Amerio había pedido “una semana” para ponerse en autos y demoró más de un mes, acaso como un capítulo más de las internas que libra el asesor estrella de Javier Milei en casi todas las áreas del gobierno.
Como sea, Amerio sacó al Consejo del letargo que reveló LPO a principios de mayo. Por eso, fuentes judiciales se entusiasmaron con la elevación de las 32 vacantes al plenario, sumando las 18 que se aprobaron en la comisión del 15 de mayo y las 14 que se refrendaron el 8 de mayo.
Sin embargo, no se aprobaron los concursos para cubrir los lugares de los ex camaristas de la Casación Eduardo Riggi y Liliana Catucci, cuyo vacío se suma al que dejó Ana María Figueroa bajo la tensión de la cesantía que le dispuso la Corte Suprema y la dificultad del kirchnerismo por votar su continuidad en el Senado antes que cumpliera 75 años.
En el Consejo, reconocieron a LPO que los concursos para cubrir esas vocalías “están avanzados”. Incluso, aclararon: “pueden llegar a labor pero eso no significa que lleguen al plenario”.
La importancia de completar las vacantes es un punto indiscutible para todos los agentes del Poder Judicial, interesados en brindar mejor y más eficiente servicio de justicia. “Vos tenés que cubrir los juzgados porque la gente necesita que arregles los divorcios por más que la atención política esté en causas de corrupción”, graficaron en la Magistratura.
Esa perspectiva anima a consejeros que representan distintos estamentos y diferentes expresiones partidarias a confiar que se juntarán los dos tercios de los votos cuando finalmente se pongan las ternas en consideración del pleno. Se estima que eso podría suceder el 29 de mayo y, a partir de entonces, se remitirían los nombres a la Casa Rosada, donde el Presidente decidiría si manda los pliegos a la Comisión de Acuerdos de la Cámara Alta.
No obstante, la hoja de ruta institucional podría resultar abstracta. “Parece que arrancamos pero habrá que ver”, dijo a LPO un consejero que manifestó su preocupación por el itinerario que adoptarían los pliegos si la ley ómnibus se demora o no sale.
En ese sentido, agregó al expediente que se discute por estos días en el plenario de comisiones del Senado el eventual ingreso de los pliegos de los candidatos del gobierno para incorporarse al máximo tribunal. “Va a ser complicada la ingeniería política para todo eso”, concedió un vocero al tanto de las negociaciones.
La desconfianza sobre la designación al final del trámite radica en las dificultades políticas que tuvo el gobierno del Frente de Todos, cuyas demoras terminó pagando caro, y que por momentos parecería replicar la gestión libertaria. “Milei retiró 75 pliegos y podría haberlos mandado pero no lo hizo”, soltó otro consejero.
Por el momento, en el órgano presidido por Horacio Rosatti se contentan con haber logrado despacho para 32 vacantes con 96 postulantes.
Además, se aprobó “acumular la vacante” en la vocalía Nº 10 de la Cámara de Casación Penal, cargo que ejercía Figueroa, en el concurso 475. En la jerga, eso implica que se libera un lugar al que pueden aspirar los que no prevalezcan en la carrera por quedarse con los puestos de Riggi o Catucci.
Lo mismo se votó para el juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional Nº 9, donde revistaba Luis Rodríguez hasta su jubilación. Ese puesto se sumará al concurso 450, donde se disputan los lugares que dejaron Rodolfo Canicoba Corral y Claudio Bonadio.
Entre los 96 candidatos, los nombres más resonantes son los del juez federal de Lomas de Zamora Ernesto Kreplak, hermano del ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, y Emilio Rosatti, hijo del titular de la Corte Suprema. El magistrado oriundo de Buenos Aires aspira al Juzgado Federal de Primera Instancia en Bariloche, mientras que el santafecino compite por Tribunal Oral Federal de su provincia.