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Un ex ministro de Binner propone eliminar el Senado y limitar los mandatos de la Corte

Héctor Superti fue el ministro de Justicia de Hermes Binner y el arquitecto para la implementación del modelo penal que enterró los juicios escritos y secretos en Santa Fe al cambiarlo por audiencias orales y públicas. Referente en cuestiones jurídicas en general, ante un proceso de reforma constitucional que parece inminente, señala que la provincia debería dejar de tener Senado y que los integrantes de la Corte Suprema tengan en sus cargos duración limitada.

Académico, autor de una decena de libros, docente de distintas vertientes del Derecho y litigante como abogado defensor, Superti se hamacó en distintos campos relativos a la conflictividad penal y ha sido también en Santa Fe una voz autorizada en el diseño de modelos judiciales. En 2007 logró demostrar que en Santa Fe los delitos se juzgaban de modo inconstitucional. Había defendido a la esposa del ex juez Fraticelli que estaba, junto a su marido, condenada a perpetua por la muerte de su hija, de lo que fueron ambos desvinculados.

Sus planteos lo han confrontado más de una vez con magistrados porque sostiene que la política judicial no la hace el Poder Judicial sino el Ejecutivo que es a quien los ciudadanos eligen. “Los pilotos de aviones son muy buenos pero no construyen aviones. Los jueces tienen que ser buenos en resolver conflictos no en decir cómo tiene que ser el Poder Judicial”, suele decir.

“A mí me preguntan y digo ¿para qué se necesitan dos cámaras?”, pregunta Superti sobre la Legislatura. “El Senado tiene un representante por sus 19 departamentos. Santa Fe es una sola provincia con cinco regiones de muchas diferencias cuya idiosincrasia hay que respetar. Se puede reemplazar con legisladores que tengan proporcionalidad según las regiones y terminar con una bicameralidad que es costosa y no se le encuentra sentido”.

La discusión mete el dedo en una institución opaca, cuestionada y criticada por obsoleta. Muchos senadores en Santa Fe se eternizan en sus cargos porque, reelegidos constantemente sobre todo en distritos muy poco poblados, se convierten con votos muy escasos en factores de poder que traban o condicionan acciones de gobierno. No es ninguna novedad. “Yo goberné extorsionado por el Senado”, declaró en diciembre pasado el socialista Antonio Bonfatti, que fue gobernador entre 2011 y 2015 con una mayoría en contra de la Cámara Alta, a la que otorgó subsidios millonarios a cambio de gobernabilidad.

Pipi Traferri, símbolo de la entronización de los senadores santafesinos.

Superti cree que la política tiene que tomar un claro control del diseño institucional del Poder Judicial y sobre todo de la Corte Suprema que es su cabeza. El gobernador Pullaro mantiene una fuerte disputa con el máximo tribunal desde que anunció su interés por renovarla dado que cinco de sus seis ministros actuales superaron los 75 años. Salvo un solo caso los actuales integrantes llevan en sus cargos entre 24 y 31 años.

“Los ministros de la Corte a mi criterio tienen que tener duración limitada. La Justicia es dinámica y eso permitiría una renovación lógica. Cuando está siempre la misma gente cualquier institución deja de ser dinámica”, dijo a un streaming en Fisherton Plus.

El senador Traferri la pasó mal en su indagatoria: los nuevos fiscales lo acusaron de ser el jefe de una asociación criminal

Para el penalista los cargos de conducción judicial deben tener periodicidad y alternancia. “No estoy hablando de los jueces inferiores sino de los ministros de la Corte. Los fiscales generales y los regionales también tienen durabilidad en el cargo y no pueden ser reelectos. No es dramático ponerles plazo a los ministros de la Corte Suprema. Lo veo como algo saludable para ir cambiando mentalidades y puntos de vista. El mundo evoluciona y la Justicia debe evolucionar.

Los ministros de la Corte a mi criterio tienen que tener duración limitada. La Justicia es dinámica y eso permitiría una renovación lógica. Cuando está siempre la misma gente cualquier institución deja de ser dinámica

Superti cree también que la Constitución santafesina debe cambiar para modificar las competencias de la Corte. A su criterio la conducción del Poder Judicial no debe encargarse de administrar recursos. ¿Por qué? Porque la labor judicial, a su criterio, es resolver conflictos con sus fallos. Diseñar el modelo que define cómo se emplean los recursos del Poder Judicial es tarea de la política. Podría existir para el especialista un órgano de gobierno ajeno a la Corte de tres miembros también con duración periódica. “Y así la Corte se dedica a resolver conflictos constitucionales y otro órgano se encarga de que tengan la estructura para ser eficientes. De otro modo el tiempo y el esfuerzo de la Corte se gasta más en lo político, que en impartir justicia”, dice.

En este momento dos de los seis ministros de la Corte Suprema santafesina anunciaron que se retiran. En medio de una puja transparente el gobierno de Pullaro afirma que los tres restantes que superaron los 75 años deben seguir el mismo camino. Si un miembro más del máximo tribunal se jubila la coalición del gobernador tendrá una posibilidad que no se da desde 2000 que es impulsar una renovación mayoritaria de la Corte.

Superti recuerda que con Binner idearon un sistema para limitación en la designación de jueces que pasaba con el reforzamiento de los concursos y por siempre remitir el pliego del que salía primero en la compulsa. Fue crítico de la decisión reciente de Pullaro que eliminó el orden de mérito de los concursos para remitir, como ocurrió en la designación reciente de integrantes de la Cámara de Ejecución Penal, a concursantes que quedaron lejos de los primeros puestos.

“Para hacer un concurso donde la gente se prepara, expone su conocimiento, muestra su perfil y después se elige como se quiere la verdad que lo mejor es no hacer ningún concurso”, afirma Superti. “La Constitución vigente hoy no genera un concurso obligatorio solamente dice que elige el gobernador al candidato con su criterio político y aprueba la Legislatura. Háganlo así entonces y ya está. Ahorramos tiempo, gastos y esfuerzos”.

Para Superti esto es lo que está en precariedad y exige una reforma constitucional que se ocupe de la estructura del Poder Judicial, de sus sistemas de auditoría y de las designaciones. “Santa Fe tiene la institucionalidad atada con alambre. Toda la reforma procesal penal que cambió en 2014 tuvimos que hacerla sin reformar la Constitución provincial del 62. Todo por leyes o decretos que pueden cambiarse en cualquier momento. Lo primero entonces es cambiar la Constitución y tener un modelo acorde a los tiempos que vivimos. Hablar con claridad de si queremos reelección del gobernador, si tiene que seguir el Senado o reemplazarlo por un órgano que genere una más adecuada representación regional”.

Con la renuncia de una ministra, Pullaro se asegura una mayoría en la Corte provincial que viene

¿Por qué no se cambia la Constitución? Hay que distinguir dos temas. “Para sancionar la ley de reforma hay que usar la Legislatura actual para decir si la reforma es total o parcial y en este caso qué temas se pueden reformar. Pero luego la Convención Constituyente es soberana y puede tomar la medida que le parezca. Lo interesante es saber entonces por ley qué modelo constitucional se quiere poner”.

Lo ideal es arrancar de cero haciendo una Constitución nueva, cree Superti, que entre los cambios necesariamente va a tener que modificar formas de gerenciamiento en cada uno de los Poderes del Estado. “Eso va a implicar resistencias. Y para que haya Constitución nueva hará falta patriotismo. “Cada cual va a mirar si pierde cuotas de poder. Y en temas de poder se van a trabar cosas”. ¿Reelección sí o no? ¿Hay Senado? ¿Quién gobierna la Corte? Acá, es cantado, estarán las trabas.

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