El gobierno de Nicolás Maduro incrementó en las últimas horas el asedio contra la embajada argentina en Caracas, donde están asilados desde marzo seis dirigentes opositores.
Al edificio, que anoche fue rodeado por encapuchados, ahora le cortaron el suministro de luz y agua, según confiaron a LPO fuentes de la Cancillería argentina.
La medida se da en medio de gestiones urgentes para conseguir que Maduro le otorgue un salvoconducto a los asilados, para que puedan salir de Venezuela o trasladarse a otra embajada.
Como explicó este medio, la Cancillería venezolana informó a los diplomáticos argentinos que tienen 72 horas para salir del país y que les garantizarán la seguridad, pero no lo harán con quienes están en la Embajada en calidad de asilados.
Según supo LPO, ante la gravedad de la situación quien está intentando abrir una negociación con Maduro es el canciller de Brasil, Celso Amorim.
La canciller Diana Mondino y su segundo, Leopoldo Sahores, están buscando una salida y en diálogo con la cancillería brasileña, contaron las fuentes a este medio.
Por lo pronto, los diplomáticos argentinos
permanecen en Caracas a la espera de una orden de la Cancillería respecto de los pasos a seguir, la cual se supone llegará cuando se resuelva el destino de los refugiados.
Uno de ellos, el dirigente Pedro Urruchurtu Noselli, denunció por redes sociales el corte del suministro eléctrico. “Hacemos responsable al régimen del asedio a este sede diplomática, violando el derecho internacional y la convención de Caracas sobre asilo diplomático y de cualquier cosa que pueda ocurrirnos aquí”, escribió en X.